REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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…Sabe y ten entendido

REFLEXIONES GUADALUPANAS…”Sabe y ten entendido, tú el mas pequeño de mis hijos, que Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive”…
domingo, 17 de diciembre de 2017
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Al referirse a María Santísima el Libro de los Proverbios se adelanta a los siglos; …” Desde la eternidad fui constituida, desde los orígenes, antes que existiera la tierra” …Dios obro su infinita sabiduría para nuestro conocimiento, porque en Él no se conciben pensamientos efímeros, vanos e inútiles, Dios no piensa ni obra como el ser humano, que cuando se dispone crear algo, divaga y analiza, ve costos, y termina por inventar una cosa que creyó está bien pensada, para después desecharla, porque no le dio el resultado esperado.

En Dios, todo lo que viene a su mente es obra perfecta, porque la perfección de Dios es atributo de su condición divina, es su excelencia la hermosura y belleza en todo lo creado, porque en ello está la expresión de su majestad e infinita grandeza, así, desde el principio de los tiempos, María surge en su mente, y al punto queda concebida en pensamiento y obra la existencia que los Proverbios rezan; …” Cuando estableció los cielos, allí estaba Yo; cuando trazó el horizonte sobre la faz del abismo “…Es María para la humanidad, la puerta de entrada que conquisto el gozo de Dios por su fe, castidad y virginidad inmaculada; pero cuando las flaquezas alejan el alma de su Creador; ¿Qué nos queda por hacer? Como el niño que se pierde, no ve a su mamá, desesperado y angustiado llora tratando de encontrarla, hasta que lo encuentra, calma sus lágrimas tomándolo en sus brazos lo consuela; así obra María con el alma que se pierde por el pecado, se acerca a él, toca su corazón y lo atrae al suyo, su amor maternal es la fuerza espiritual que mueve a dejar los actos malos y anima obtener el perdón que recibirá de su amado Hijo.

Instruye el libro de los Proverbios la sabiduría que la Iglesia aplica a la Santísima Virgen, para atraer a ella las almas a su corazón; …” Quien me halla, ha hallado la vida, y alcanza el favor del Señor” … Dios concede a María la gracia de su misericordia, porque su amor y cariño maternal es sin medida la entrega al pecador agobiado por los males de su alma; María, Madre del buen consejo y consoladora de los afligidos en sus males, debilidades y miserias que envuelven el corazón de sus hijos encomendados; María, profetizo el profeta David el amor de su Hijo por los pecadores; …” Ten compasión de Mí en la medida de tu misericordia” … Así, desde el principio de los tiempos vino la justicia de Dios por María a los hombres, de donde es de fe creer, en el instante que Dios la concibe fue para ser la Madre del Verbo Encarnado, y a ese momento es su presencia en esta tierra de México.
Dios revela en los Proverbios su Sabiduría, lo que vino a su mente deposito por su divina voluntad hace 486 años a esta nación mexicana, ha perdurado en las entrañas de generaciones que se han ido sucedido en cinco siglos de su aparición.

Inicio María Santísima la evangelización en el corazón del mexicano cuando anuncia ser; … “Madre del Verdadero Dios por quien se vive” …Benditas palabras multiplicadas en el corazón de sus hijos, es la obra de Dios en el Cerro del Tepeyac para siempre: Santa María de Guadalupe, su presencia la ha constituido en Reina y Madre de México.

La presencia de María Santísima en el Tepeyac mueve los sentimientos, exalta el corazón, guía y conforta en la mente el recuerdo de tantos tropiezos, divergencias y contrariedades, la conciencia en cada mexicano reclama; … ¿Qué pasa contigo? Te has olvidado de tu Santísima Madre, ¿Por qué te alejas de tan abnegada Madre, que vela horas mientras estas pecando? Anhela el momento de tu arrepentimiento, su deseo es que vayas a postrarte con humildad a los pies de su Santísimo Hijo, a encontrar su perdón… La vocación de María dispuesta por Dios antes de todos los tiempos, fue para ser Madre del Redentor, y recibir en herencia las almas creadas por Él, es misión de María, contribuir con su Santísimo Hijo a la salvación de ellas y no sea de Él en vano la entrega de su cuerpo, sangre, alma y divinidad.

La obra maternal de María Santísima, alcanza la razón de su responsabilidad, ahí donde el demonio había sentado su mandato, el dolor, angustia y zozobra de almas sometidas y sacrificadas al terror injusto de la idolatría satánica, reinaba sobre los indígenas de México.

María Santísima vino a ganar todas las almas, es pues de aceptar y creer por los hechos que conocemos, que dio a conocer su deseo de Madre a su Santísimo Hijo, accede a su deseo maternal por; ...” Sus hijos más pequeños” ...En la gloria eterna se conmueven las potestades, ángeles y Arcángeles, Santos y Santas que se preguntaron; … ¿A dónde va Nuestra Madre? ¿A las montañas de Europa, del Medio Oriente, de Israel, de Líbano? ¡No! María va al cerro del Tepeyac a iniciar su obra de conquista y evangelización del México pagano… Dio principio su misión diez años después de terminada la conquista militar inspirada por ella, refiere Bernal Díaz del Castillo, Decano de los historiadores de la Conquista de Nueva España; …” Y cuando peleaban los indios mexicanos con él, dijeron muchos de ellos, una gran Tequecihuata que es gran Señora, otra como la que estaba en su Teocalli les echaba tierra en los ojos, y los cegaba, y un Teule (se referían a los Conquistadores) que andaba a caballo les hacía mucho mal, y que sí por ellos no fuera que les mataran a todos, aquello se lo dijeron al Gran Moctezuma sus principales “ … Así realizo Hernán Cortés y el pequeño ejército de españoles la conquista que derroto no a los Aztecas, sino al Imperio de satanás que los tenía sujetos a su dominio, y dio nacimiento la innegable raíz del México de hoy surgida de la tenacidad española y el valor indómito del Azteca.


Fue el indio -Hoy- San Juan Diego, quien realizo la venturosa misión encomendada por la Madre de Dios. En la aurora del doce de diciembre de 1531, va Juan Diego camino a Tlatelolco, pasando por la falda del cerrillo del Tepeyac, el único ruido que escuchaba era del aire que corría, el cielo todavía oscuro va poco a poco clareando, la aurora anuncia el nuevo día que es y será para México Santa María de Guadalupe, conquisto el amor de; …” Sus hijos más pequeños” … El indio Juan Diego escucha cantos de pájaros diversos muy alegres y cantores en la cima del Tepeyac, que luego callaban y volvían, se detuvo y escucho, se le hacia extraño porque no era ni hora, ni tiempo, ni lugar, pero esos bellos cantos hacen palpitar su corazón de un gozo que no había conocido, llegó a pensar que estaba en el cielo, cuando en estos pensamientos estaba, Juan Diego escucha una voz amorosa que lo llamaba por su nombre;…”Juanito, Juan Dieguito”…La voz melodiosa viene de lo alto del cerro es maternal y dulce, su corazón se conmueve por su mirada afable e indulgente, como lo ha vivido el pueblo de México.

Juan Diego obediente asciende a paso de trote la cima del cerro; así habremos de obrar al llamado de María, disponer el alma a recibir su misericordia que la fe exalta.

Observando el paso de los siglos, las apariciones de la Madre de Dios en el mundo han sido mas continuas, no porque el mundo las merezca, sino que en cada una vemos su preocupación en aumento, sus expresiones de dolor y pesar son más continuas y empeñosas, la fe nos hace deducir: nuestra Madre está preocupada, y el cristiano católico compartiendo su congoja se pregunta; … ¿Por qué el rostro de nuestra Madre Santísima manifiesta aflicción? … Es el esfuerzo por detener el justo castigo de su Hijo, sobre una humanidad ciega, sorda, materialista, de vida liviana, adultera, perversa y pervertida, del que nuestro pueblo no esta eximido, cada día obra igual que el mundo, cayendo en la oscuridad de su realidad.

Juan Diego llega a la cumbre del Tepeyac, de la emoción pasa al embeleso, de ahí al éxtasis cuando conmovido escucha a Nuestra Madre; …” Sabe y ten entendido, tú el mas pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive; del Creador cabe (cerca de) quien esta todo; Señor del cielo y de la tierra” … ¿A que debemos los mexicanos palabras de tan alta consideración, conociendo nuestra conducta? La conciencia dice: … ¡No las mereces!... Las palabras venidas del cielo por labios de María, evangelizan a México, en ellas nos enseña que Dios es el creador de todo lo que existe, proclama su virginidad de Madre, y por obra de Dios Madre de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.

La fe hace meditar; nada se hace sin la voluntad de Dios, habremos pues de percibir y aceptar que la presencia de Santa María de Guadalupe en México es obra del cielo, que no se valora en este siglo, sin reconocer el valor espiritual: María es la gracia, el bien y el don que Dios concedió a México, el esplendor acompaña a nuestra Madre en su venida al Tepeyac, nos ha dado lo que no se ha hecho con otras naciones, valoremos, que si no los ganamos, y los hacemos propio, perderemos el sublime bien salvador del alma mexicana, que Dios pedirá cuenta.


María, la Madre de Dios, vino a conquistar los corazones por venia de su Santísimo Hijo, nos preguntamos; ¿Por qué no entendemos esta distinción venida del cielo? María como madre conoce nuestras carencias, no obstante sostiene su promesa al México desacralizado, porque ha empeñado su palabra firme y dispuesta de amor maternal ahonda en el corazón del mexicano, como fue en Juan Diego;…”Sabe y ten entendido”…Llama a despertar, a ver en Santa María de Guadalupe nuestra realidad, es cuando los sentidos se contraen, porque “algo viene de ella”, que atrae el alma a no perder el paso, a caminar sin temor, a tener confianza, y donde el corazón se sobresalta escucharla decir;…”Tú el más pequeño de mis hijos”…Nuestra inteligencia debiera percibir el valor del obsequio que la Madre de Dios brinda, pero la perdida de la fe impide ver que de su corazón viene el destello que ilumina el entendimiento.

El reconocimiento de María Santísima de Guadalupe, es la gracia que Dios concede a nuestra Patria, la entrega de María a quedar México bajo su amparo y protección, ¿Porque no corresponder a Madre tan dispuesta? ¿Porque no darle el lugar que le corresponde? Generaciones de mexicanos se lo han dado al construir el templo que ha solicitado, el cual es una obra de arte que enaltece su Templo, que no solo desea la obra material, desea estar y permanecer en el lugar que ha venido hacer su morada: el corazón; …” De sus hijos más pequeños” …Basta preguntar; … ¿La tienes en tu corazón? Si solo la tenemos en la mente, ya es bueno, pero ella quiere más, quiere estar no solo en el pensamiento, quiere anidarse más en tu corazón, en el de cada hijo de su Reino de México, lo que obliga al hijo a ser fiel en palabra, obra y pensamiento, mucho es lo que nos falta para complacer a Santa María de Guadalupe, para corresponder al deseo que María vive por cada alma mexicana, pareciera ser que ella es la única convencida y dispuesta, el mal hijo responde perdiendo la fe en nuestra Madre y su Santísimo Hijo, con monstruosos adefesios satánicos la compara, por eso la tristeza de María, por eso sus lágrimas, por eso se multiplica a que volvamos alma y fe en ella, detiene la mano de justicia de Dios su padre, de ahí que México va siendo presa fácil del tentador.

María con gozo da a conocer al México a todos los siglos y al mundo su obligación al decir;…”Yo soy la siempre Virgen Santa María”…Confirma su grandeza y potestad, punto de donde viene el amor del hijo a su Madre del Tepeyac, fue tallar el cerillo que al instante se enciende, así se encendió la llama de la fe al escuchar de sus benditos labios el fruto de su pureza y humildad de esclava, la docilidad de María la lleva el alma de México como esperanza de salvación;…”Madre del verdadero Dios por quien se vive”…Así cumple el deseo y voluntad del Señor, que ella acepto de corazón la obra redentora que el Ángel comunica en la Anunciación.


El corazón de Santa María de Guadalupe ofrece su gracia al decirnos; …” Que más has menester” … Ha dicho; …Si deseas más, más te daré, puedo y quiero hacerlo, la conquista de tu alma es gozo en el corazón de mi hijo Jesús y en el mío… Continua nuestra Madre;…”Señor del cielo y la tierra”…Sus palabras es el mensaje esplendoroso de su venida a México; María será para siempre nuestra intercesora en el camino a su Santísimo Hijo, su obra en México es que las almas perseveren siendo justas, limpias y puras espiritualmente, acrecienten su fe aun en los que se alejan por el pecado, obra para conquistar esas almas, porque ha venido a ganar la guerra, no a perderla, quien acude a su regazo a buscar la gracia de María, encuentra el fruto de su persistente amor, haciendo lo indecible por atraer y mostrar el camino acertado para su alma.

La entrega abnegada de María Santísima de Guadalupe es total, no existe en ella descanso, es incansable por nuestro pueblo; ¿Qué podemos decirte Madre Nuestra? Todo y nada.

Tú sabes lo que guardamos en el interior del alma y en el corazón por ti, desde el instante que nacimos te conocimos e impregnaste nuestro ser tu amor y ternura maternal; reconocemos que eres tú el baluarte sin el cual no somos nada; nos ayudas a vencer las adversidades del pecado, a confortarnos en la soledad de nuestras almas, en nuestras amarguras que por nuestras miserias caemos.

¡Madre Nuestra! El que tu nos digas quien eres nos invade un gozo que no sabemos explicar, estas en nuestra patria, y deseamos estés en nuestro corazón, somos consientes que todo nos puede ocurrir, sabemos que este México tan dolido de males, esta así por nuestras maledicencias, pecados y ofensas a tu Santísimo Hijo mas que en otros tiempos, pero como siempre tu puntual asistencia, nos conducirá a vencer la acción del tentador; te suplicamos Madre Nuestra que esa puntualidad sea en nuestros corazones, conocemos tu predilección, concédenos la gracia de salvación; todo bien lo recibimos de ti, reconocemos no ser dignos de tus merecimientos, pero te guardamos en el corazón, más el tentador nos envuelve con engaños a perder lo que has sembrado en nuestra alma, ¡Ayúdanos! No queremos jamás olvidarte y menos perderte.

Madre Santísima de Guadalupe, ayúdanos en ganar a pulso nuestra salvación, sin tu asistencia seremos perdidos, tu quieres llevar las almas a tu Santísimo Hijo, ayúdanos a encontrarlo y no perder el camino para retornar a Él, lo tendremos que ganar por esfuerzo, ¡Sí! pero inspirados por ti, y en ti, tu auxilio caritativo nos ayudará a superar nuestras debilidades.

¡Vive Dios! ¡Eres nuestra Reina! Este tu pueblo mexicano te quiere y venera. A través de nuestra historia nos has alentado y salvado de crisis dolorosas y trágicas, confirmamos, tú eres nuestra Reina y Madre Nuestra de Guadalupe, no queriendo quedar hasta aquí, te queremos Emperatriz de América, porque este continente te recibió en sus ensenadas, mares y en lo escarpado de sus Sierras.

Volviendo a tus palabras; …” Sabe y ten entendido “…Nos dices; …Todo lo entiendo y comprendo, pero hijo mío el mas pequeño, he venido a ustedes porque los guardó en mi corazón, son hijos que recibí de mi Hijo Santísimo en su agonía halla en el monte Calvario, pero hoy te veo alejado de mí, envuelto en las cosas efímeras del mundo, como Madre voy a ti, pero a mi Padre que está en el cielo, obedezco, por eso, no pierdas mis frutos, guárda en tu corazón la profética palabra del Eclesiástico; … “Venid a mí los que me deseáis y hartaos de mis frutos, porque pensar en mí es mas dulce que la miel y poseerme, mas que el panal de miel “…
hefelira@yahoo.com

 

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