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Busca Gordon avivar curiosidad de niños

Pepe Gordon es un el novelista, ensayista y traductor, así como un destacado divulgador científico. Foto: Especial
Los gatos, a unos cuantos días de nacidos, apenas si pueden ver.
jueves, 27 de febrero de 2020
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Agencia/Reforma

Los gatos, a unos cuantos días de nacidos, apenas si pueden ver. Sus nervios ópticos no están del todo desarrollados, y las primeras imágenes son fundamentales para establecer conexiones para que su mirada funcione.

Los ganadores del Premio Nobel de Medicina en 1981, David Hubel y Torsten Wiesel, experimentaron con gatos durante este periodo crítico, colocándolos en cajas cuyas paredes sólo tenían lineas horizontales.

¿El resultado? Felinos que chocan y tropiezan con patas de sillas y mesas, pues sus conexiones neuronales jamás estuvieron expuestas a líneas verticales.

Sin duda alguna, los humanos son como esos gatos, con una mirada condicionada y confinados en cajas de las cuales sólo les es posible salir mediante la ciencia y el arte, como lo muestra el novelista, ensayista y traductor Pepe Gordon, destacado divulgador científico, en su reciente entrega para niños Gato encerrado (Sexto Piso, 2019).

"Es un libro que, de alguna manera, nos plantea que se hace mirada al mirar. Que el ejercicio de la mirada nos permite refinar la capacidad de percepción", puntualiza en entrevista Gordon, parafraseando al poeta Antonio Machado.

Un colorido libro pop-up interactivo -uno de los más vendidos por Sexto Piso en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara-, cuyas ilustraciones e ingeniería corrieron a cargo del chileno Sebastián Ilabaca, y que plantea las siguientes interrogantes: ¿qué nos pasa a los seres humanos, en qué cajas estamos encerrados? ¿Cuáles son los muros de nuestra caja?

"Que parecen no ser muros, porque se trata de una cárcel lujosa en la que tenemos mares, en la que tenemos árboles, estrellas de mar, y no nos damos cuenta de que estamos delimitados por las primeras imágenes que estamos apreciando", expresa el autor, quien cita al ensayista francés Gaston Bachelard acerca de que imaginar quiere decir "ir más allá de las imágenes primeras".

En el caso de los gatos del experimento, tales imágenes son las líneas horizontales; pero en el caso de nosotros, los seres humanos, nuestras imágenes primeras son tan vastas, tan amplias, que no nos damos cuenta, dice Gordon, que podríamos tener también la imagen de un agujero negro a millones de años luz de la Tierra.

"Pero hasta allá no alcanza nuestra mirada".

"Entonces, justamente lo que hacen los ojos de la ciencia y los ojos del arte es crear boquetes en las cajas en las que estamos encerrados para ir más allá de los límites que podemos concebir", enfatiza el autor.

"Los instrumentos de la ciencia y los instrumentos del arte se vuelven complementarios. Cada uno tiene sus rigores, pero el elemento en común en ambos es una gran imaginación creativa que permite, precisamente, utilizar el potencial de nuestro cerebro para cruzar las fronteras del conocimiento y, verdaderamente, imaginar; divertirnos con lo que el arte nos dice sobre los ojos del gato y lo que está detrás de los ojos del gato".

Gordon, conductor y director desde 2007 de La oveja eléctrica, revista de ciencia y pensamiento de Canal 22, no es nuevo poniendo la ciencia al alcance de los más jóvenes.

Lo ha hecho antes con entregas como el libro historieta Micro: La Oveja Eléctrica y la memoria del universo, o el volumen Romeo y Julieta en un agujero de gusano.

Sin embargo, Gato encerrado, con sus evocaciones a autores como Julio Cortázar y Pablo Neruda, al tiempo que habla de cosas como astronomía y plasticidad neuronal, más que un afán de divulgación es una invitación a despertar la imaginación y la curiosidad científica y artística; a ver más allá de los sentidos, y a deshacerse de prejuicios.

Un empresa atravesada por un espíritu filosófico que parece hacer eco de la hipótesis del genio maligno de René Descartes, o la figura del niño como tercera transformación del hombre en la filosofía de Friedrich Nietzsche.

Incluso del mito de la caverna de Platón, como el propio Gordon reconoce.

"Lo que requerimos es escapar de la cárcel sensorial que tenemos enfrente. Yo diría que, de alguna forma, estamos ante la caverna de Platón en los tiempos de la neurociencia.

El mundo de sombras que solamente se puede ver desde la caverna es el mundo de sombras que nuestra sociedad, nuestro cerebro y nuestra educación nos han permitido apreciar.

"De repente descubrí que había ahí (en el libro) el sabor de una fábula que nos podía hablar profundamente y con la que podíamos resonar, pero a través del instrumento del arte", expone.

"Y entonces así es como estamos viendo, entreverados filosofía, ciencia, poesía, porque en realidad la caja del conocimiento ha carecido de la posibilidad del discurso multidisciplinario, y creo que es muy importante hoy en día precisamente ensanchar las miradas a través de los vasos comunicantes que nos pueden dar diferentes mapas del mundo.

"¿Cómo salir de la caja en una época donde ciencia y arte están a un click de distancia, lo mismo que los grupos anticiencia -antivacunas, terraplanistas- y las fake news?

"El problema es cómo plantear referentes creíbles, legítimos, que precisamente nos ofrezcan mapas para cruzar la información de maneras válidas.

Hoy, más que nunca, lo que tenemos que encontrar como sociedad es la visibilización de esos referentes en el mundo de la ciencia, en el mundo del arte, que precisamente nos permiten abordar este terrible problema de la información que nos rebasa, pero de una manera inteligente, de una manera creativa y teniendo la posibilidad, además, de correlacionar esos mundos con la experiencia propia",

"Lo que se requiere es conformar sociedades de información y conocimiento, e identificar a los referentes confiables en la sociedad que nos van abriendo sus mapas.

Y creo que ahí están, y han estado siempre, y el problema es nada más cómo visibilizarlos".

Compartir miradas y colisionar ideas

A Pepe Gordon le han llegado videos y fotos de niños leyendo junto con sus padres Gato encerrado, volumen que cautivó al Nobel de Química Aarón Ciechanover -que pidió al autor le regalara uno de los primeros ejemplares -, y al que Fernando Rivera Calderón le compuso una canción.

"Entonces, ver que lo que estamos haciendo es compartir miradas, eso creo que es muy importante y nos lleva al siguiente proyecto que estamos realizando junto con Silvia Singer en el MIDE (Museo Interactivo de Economía), que se llama Colisionador de Ideas".

El divulgador detalla que se trata de una cumbre que congregará en México, en diciembre de este año, a más de 450 directores de los mejores museos de ciencia del mundo.

"Y nosotros vamos a hacer una experiencia interesantísima e inmersiva, con episodios a los que les llamamos Colisionador de Ideas, en donde con videos en los que vamos a entreverar ciencia y poesía queremos que los cerebros de los espectadores salgan en ebullición para plantear las posibilidades de abrirnos, precisamente, a conceptos inéditos del siglo 21 que serán clave para transformar nuestra mirada.

"La idea es: ¿cómo podemos transformar ecologías de violencia en ecologías de conocimiento? ¿Cómo plantear, en lugares que han estado preñados de violencia, las posibilidades que abre imaginación, la poesía y la ciencia?", señala Gordon.

Y es que para el autor, quien presentará Gato encerrado el próximo sábado 29 de febrero en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, una de las claves sobre lo que necesitamos hoy día es "estar de pie para abrirnos a la realidad, para jugar con pensamiento crítico, pero también con sensibilidad".

"Yo creo que nuestra sociedad merece soluciones basadas en la ciencia, no en el cientificismo, y también basadas en la sensibilidad; basadas en la capacidad de empatía que abre el arte, justamente", concluye.

 

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