Rafael Díez Piñeyro

6 de Julio de 1997

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Gabriel García Márquez, un Quijote en su soledad

martes, 13 de mayo de 2014
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De Aracataca, Colombia, un 6 de marzo del 1927 vio la primera luz un ciudadano universal, sus primeras letras fueron para el periodismo local y después logró saciar la sed de escribir para miles de ciudadanos supieran leer, pensar, preguntar y transformar todo lo relacionado a su imaginación.
Después de lograr despertar su indómito espíritu de aventurero de las letras, emprendió la tarea de conocer el mundo y a sus personajes.

Así nace en Paris, previa estancia en Suiza, Polonia y Hungría, obligado por la situación económica por la que atravesaba, la publicación de “El Coronel no tiene quien le escriba”, misma que le sirve para subsistir en Europa y luego siguió su aventura de periodista en la Habana, Cuba, Nueva York, USA, hasta llegar a México y despedir en contra de su voluntad su espíritu de periodista.
La necesidad intrínseca de trascender le hizo comprender que lo suyo era el de escribir y su vocación la literatura.

Así es como en GARCIA MARQUEZ, siempre rodeado y apoyado en su compañera de toda la vida MERCEDES BARCHA, le dedica el tiempo y esfuerzo al noble oficio de plasmar en letras su inagotable capacidad de transcribir pensamientos y sueños.
Desde 1961 GARCIA MARQUEZ vive en nuestro país en donde escribía guiones para cine, también alternó su vida en España, Colombia y fue hasta 1981 cuando decide radicar en México con largas estadías en Colombia.

Sus grandes amigos ALVARO MUTIS, JUAN GARCIA PONCE y PLINIO APULEYO MENDOZA lo convencen de dedicarse y relacionarse con escritores mexicanos de la talla de CARLOS FUENTES, CARLOS RULFO, AGUSTIN YAÑEZ, FERNANDO BENITEZ, que influyeron para que en 1965 GARCIA MARQUEZ decidiera terminar un proyecto literario que lo había llamado “La Casa” y que después de 18 meses de encierro, agobio y penurias económicas le cambió el título y así nace “Cien años de soledad”.
Nadie se imaginó que después del rechazo del editor CARLOS BARRAL, la obra cumbre de GABRIEL GARCIA MARQUEZ, tuviera ventas millonarias en libros y fuese traducida a casi 30 idiomas.

Nunca olvidó su origen de periodista y confesó que solo escribía para hacer felices a sus amigos.
Fue en 1982 cuando recibe el Premio Nobel de Literatura, la máxima presea que se otorga a un escritor y ahí pronuncia un discurso que obliga al mundo europeo en voltear al nuevo continente para que conozcan la desgarradora realidad de Latinoamérica.
También, fruto de su inagotable talento literario el mundo ávido de conocer más de GARCIA MARQUEZ, tiene la oportunidad de conocer y leer “La mala hora”, “El otoño del patriarca”, “Buen viaje Señor Presidente”, “Crónica de una muerte anunciada”, “Historia de mis putas tristes”, sin olvidar su primera novela “La Hojarasca”, escribió un libro sobre discursos, todavía tuvo el tiempo suficiente para heredarnos “Vivir para Contarla”.
Reconocido por sus Amigos JOSE SARAMAGO, PABLO NERUDA, JULIO CORTAZAR, CARLOS MONSIVAIS, ELENA PONIATOWSKA, HECTOR AGUILAR CAMIL, OCTAVIO PAZ, entre otros cientos que admiraban su obra, este colombiano universal recibió de su amigo PLINIO APULEYO MENDOZA el regalo de ver plasmado en un libro anécdotas de algunas de sus vivencias.

“El olor de la guayaba” es una pequeña muestra del valor de esa amistad.
La mejor manera que tenemos para honrar la memoria de este Quijote de los siglos XX y XXI, será sin duda en repasar su obra editorial para pensar, escribir, leer, preguntar y así transformar el mundo maravilloso de GABRIEL GARCIA MARQUEZ.
rafadpineyro@hotmail.com

 

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