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Temen que asuste CFE a inversiones

El arbitraje internacional que promueve la CFE para que le reembolsen pagos y se eliminen cláusulas de otros en el futuro por la operación del Gasoducto Marino envía malas señales a los inversionistas, advirtieron especialistas.
jueves, 27 de junio de 2019
Por: Marlen Hernández
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Agencia / Reforma

Monterrey, México (27 junio 2019).- El arbitraje internacional que promueve la CFE para que le reembolsen pagos y se eliminen cláusulas de otros en el futuro por la operación del Gasoducto Marino envía malas señales a los inversionistas, advirtieron especialistas.



Rosanety Barrios, experta en energía, alertó que de no respetarse el contrato se causaría un importante daño a la percepción internacional del riesgo que implica hacer negocios con la CFE, y en general con México, inhibiendo la inversión privada extranjera y nacional.



"Son señales que contaminan no sólo al sector energético, va más allá. Nadie va a poner una nueva planta de nada si no hay gas natural y las (fábricas) que ya están tampoco podrán crecer", anotó.



Señaló que el País necesita "desesperadamente" los gasoductos de importación, porque la producción nacional sigue en declive.



Datos de la Secretaría de Energía muestran que de enero del 2015 a marzo pasado, la producción de gas natural en México cayó 41 por ciento, mientras las importaciones subieron 124 por ciento.



En ese lapso, el peso de las importaciones de gas sobre el consumo del País subió de 41 a 72 por ciento.

"La única forma posible de llevar a cabo en un país como México este tipo de proyectos (el Gasoducto Marino), que representan miles de millones de dólares, es con un contrato ancla emitido por una institución, en este caso la CFE, que representara una certeza para la recuperación de esta inversión", abundó.



Eduardo Prud'homme, consultor independiente de energía, coincidió en lo grave que resultaría parar el proyecto, y que si dejara de pagar la señal hacia los mercados sería tan negativa que incluso podría implicar una baja en la calificación crediticia del País.



"Sería una señal que la van a leer no sólo las empresas energéticas, sino también las calificadoras, los poseedores de deuda, en general todo el sistema financiero y van a agregarle un grado más de riesgo al País", apuntó.



Barrios explicó que los pagos comprometidos por la CFE a los desarrolladores de la obra -IEnova y TC Energy Corporation, antes TransCanada- están compuestos por dos conceptos.



Uno, agregó, es fijo y corresponde al cargo por capacidad, representando alrededor del 90 por ciento del cobro total.

El segundo, dijo, es un cargo por uso que es variable y depende del hidrocarburo transportado.



Aparte, Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, indicó que el cargo por capacidad es esencial, pues es lo que hace que sea financiable el proyecto.



"Es lo que asegura que haya flujos constantes de dinero, para asegurar el pago de los créditos o financiamiento del proyecto", expuso.

Los especialistas explicaron que los pagos ya efectuados por la CFE por este concepto se abonan y descuentan en la vida del contrato, 25 años.



El Gasoducto Marino, que va de Brownsville a Tuxpan, con ramales a Altamira y Naranjos, cuenta con una capacidad de 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios, agregaría un 28 por ciento a la oferta total de gas natural en México, supuestamente a partir del siguiente mes.



Ayer, ante la noticia del peligro que corre la obra, la acción de IEnova cayó 4.3 por ciento.

 

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