Héctor Miguel Chávez

Noticiero...

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H. MATAMOROS, Tam.- El tema de la corrupción ocupa los espacios de los medios y forma parte de la agenda de políticos y de partidos.

La reciente aprobación de la Ley de Transparencia está siendo promocionada por la Cámara de Diputados como si fuera la panacea. Se trata de otro esfuerzo que se suma a los muchos que se han hecho a lo largo de los años para tratar de detener el cáncer social que significa la corrupción y la impunidad.

Sin embargo, el camino es muy largo y el paso muy lento.
Siempre hay una forma en que los responsables de actos de corrupción siguen impunes a pesar de las evidencias, pues la ley les permite muchas salidas.

Ya ve usted como hay ex gobernadores, ex alcaldes, ex diputados que después de pasar por el poder no han vuelto a trabajar o se van a vivir al extranjero donde adquieren propiedades y ponen algunos negocios.

Durante las campañas se acusan de todo, se presentan pruebas de corrupción y sin embargo son como las llamadas a misa para los jueces y ministerios públicos.

Hoy los organismos de la sociedad y algunos partidos están presionando para que la ley se aplique realmente con todo rigor, pero a como están las cosas no hay muchas esperanzas.

Más de la mitad de los candidatos a cargos de elección popular no presentaron declaraciones patrimoniales ni de intereses y no pasó nada, no se les aplicó la ley, pese a que durante su cargo van a ser los encargados de aplicar la ley y por supuesto rescatarla.

Así es como debuta la ley anticorrupción.

DE LA CORRUPCIÓN A LA PROSPERIDAD


Singapur es un país formado por 63 islas y es uno de los puertos más importantes de Asia.


Según Wikipedia Singapur es una república parlamentaria multipartidista con un Gobierno parlamentario unicameral inspirado en el sistema Westminster británico.

El Partido de Acción Popular ha ganado todas las elecciones desde que el país obtuvo su independencia. Sin embargo, las libertades civiles y de expresión están sumamente restringidas y se dan casos de censura por parte del Gobierno, por lo que está considerado como un país con rasgos tanto democráticos como autoritarios.

Singapur es uno de los países más prósperos de Asia. Tiene una economía de mercado muy desarrollada y exitosa. Su ambiente de negocios es libre, la corrupción es baja, los precios son estables y su renta per cápita es más alta que la de muchos países desarrollados.

Desde hace algunos años los conferencistas en universidades y en las empresas cuentan una historia sobre cómo fue que se rescató a Singapur de la corrupción y de la pobreza para transformarlo en una nación de las más prósperas.

Dicen los conferencistas que el partido que ha ganado todas las elecciones postuló a un militar que prometió acabar con la corrupción y transformar a Singapur.

No muchos le creyeron, pues ese discurso lo habían utilizado muchos políticos para llegar al poder y a la hora de la hora terminaban siendo más corruptos que el anterior.

Al tomar posesión este militar anunció que las acciones anticorrupción iban a ser reales, que empezaban de inmediato y anunció su plan:

1.- Primero, encarcelar a todos los políticos de todos los niveles que hayan incurrido en actos de corrupción, incluyendo ex presidentes, ex gobernadores y funcionarios actuales.


2.- Enseguida, encarcelar a todos los jueces y magistrados que hubieran incurrido en actos de corrupción.


3.- Encarcelar a todos los empresarios cómplices de la corrupción.

4.- Perseguir a las bandas de delincuentes y encarcelarlos a todos.


Cuando empezó a encarcelar a los primeros políticos poderosos, a los intocables y prototipos de la impunidad, entraron en pánico los jueces, los empresarios y los delincuentes, y en unos cuantos meses habían abandonado el país y dejado sus bienes, la mayoría de todos quienes ocupaban cargos en el poder político o económico.

Las bandas de delincuentes que tenían sometido al pueblo a la extorsión y violencia desaparecieron como por arte de magia, todos huyeron a otros países.
El nuevo gobierno tomó posesión de todos los bienes abandonados y dictó una nueva constitución estableciendo reglas muy claras y castigos muy severos para quienes cayeran en actos de corrupción sin distinción de grupos o partidos.

Ya con leyes perfectamente bien claras el país entró en completo orden y total respeto a la ley y se inició la nueva etapa de desarrollo y prosperidad que a la fecha distingue a Singapur.