Estados Unidos se mide ante Cuba. (EFE)

El combustible sigue pleno y el tiempo es bueno para navegar; sin embargo, la ubicación del paraje donde descansar antes de llegar a la penúltima parada cambió dramaticamente.

La etapa de los Cuartos de Final de la Copa Oro 2015 presenta a uno de los grandes favoritos a ganarla en una batalla de vida o muerte ante uno de los que, aparentemente, era señalado como candidato a ser desterrado sin sutileza en fase de grupos.

Estados Unidos se mide a Cuba en el M&T Bank Stadium de la ciudad de Baltimore por el pase a las semifinales de la Copa Oro. Independientemente del respeto a su sinodal en turno, la discusión para los locales se centrará mucho más en la forma que en el fondo de lo que consigan.

Y es que el concurso del equipo de Jurgen Klinsmann en esta certámen ha sido francamente mediocre. Primero, un grisáceo debut ante Honduras, el cual se justificó por la frialdad de sus engranes debido a tratarse del inicio de la competencia.

Después, un nebuloso triunfo, miserable, ante Haití cuando en el imaginario colectivo el vocablo más repetido era abundancia, goleada.

Finalmente, un muy atropellado empate en contra de un voluntarioso Panamá.

El común denominador estadounidense ha sido la ineficacia, la falta de armonía entre líneas. Si bien Cuba puede no ser un parámetro que obligue a jugar al máximo de las potestades, si puede fungir como un escenario sobre el cual afinar lo descuadrado y ganar en confianza; quizá probar alguna variante útil a futuro.

Por su parte, el equipo de isleño ha sido golpeado por su endémico mal: las deserciones, el abandono. Hasta el momento, suman cuatro elementos que se han fugado de la concentración cubana.

Más allá de esta circunstancia, el conjunto del Raúl González Triana superó un inicio trágico, con sendas caídas ante el confundido México y la sorpresiva Trinidad y Tobago y terminó por vencer, a base de esfuerzo y fe, a la desangelada Guatemala.

Así, infinitamente agradecida con la Concacaf y su nada elitista sistema de competencia, Cuba espera culminar su aventura en la Copa Oro compitiéndole a Estados Unidos y, recargándose, en la leyenda de que los milagros...existen.