Seas o no católico puedes aprovechar estos días para reflexionar sobre los significados fundamentales como el amor, el perdón y la compasión. Crédito: Freepik

Monterrey, México (24 marzo 2024)

La Semana Santa, que se celebra a partir de hoy y hasta el próximo domingo, puede ser aprovechada también como un tiempo de reflexión para las personas no creyentes o no practicantes de la fe.

El mensaje de esta época predica valores universales como amor, perdón, compasión y reconciliación, pero que no tienen que estar asociados con alguna religión.

Aunque estas virtudes pueden ejercitarse a diario, la Semana Mayor es un tiempo de calma y tranquilidad para los adultos por el cese de actividades en algunos empleos y por el receso escolar en el calendario de la Secretaría de Educación.

"Si eres no creyente y tienes la oportunidad de descansar, puedes darte el tiempo de pensar con serenidad y examinar tu conciencia", afirma el sacerdote Ernesto Castillo, de la Parroquia Nuestra Madre Santísima de la Luz, en Monterrey.

"Evaluar la vida nos da la oportunidad de cambiar aquello que no nos hace bien o nos conduce al sufrimiento".

Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad de la Universidad Tecmilenio considera que estos días litúrgicos son ideales porque responden a conocimientos históricos de distintas culturas.

"Históricamente, muchas sociedades en estas fechas hacen rituales de purificación, de generar ese contacto con la naturaleza porque empieza la primavera, con ritos en distintas religiones".

Agrega: "Es un momento en el que entramos en conciencia justamente por los ciclos que tiene el planeta. Es una época en la que empiezan a florecer las plantas, es decir, la vida".

Otras religiones celebran importantes acontecimientos en esta época: los judíos celebran la Pascua, en tanto que los musulmanes, el Ramadán.

En México, miles de visitantes acuden a Chichen Itzá a recargar energía justo en el equinoccio de primavera, que este año fue el 19 de marzo.

PRIMERO, EL PERDÓN

Estos días sacros para el catolicismo son ideales para liberarse del resentimiento, de los deseos de venganza y de cualquier sentimiento negativo en la vida de una persona, opina Ana Patricia González, especialista en el perdón.

"La Semana Santa viene a recordar la manera en que Jesús vivió", dice. "Uno de los mensajes que son muy cristianos es el perdón".

"A veces los laicos, creyentes o no creyentes, no saben cómo perdonar, pero esta semana nos llama a hacerlo".

González es formadora y facilitadora de las Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE), de la Fundación para la Reconciliación México desde 2010.

La especialista señala que hay tres tipos de perdón: el que se otorga, el que se pide y el que se da a uno mismo.

Todos se abrazan desde el amor.

"Haz una reflexión personal, busca un momento adecuado y sé honesto con tus pensamientos. No justifiques tus acciones, sino que haz una introspección con los comportamientos de los que no te sientes orgulloso".

La psicóloga Dinorah Tallabs es experta en resiliencia y uno de sus enfoques es el perdón y la reconciliación. Ella realiza talleres de este tipo desde 2012 y también está involucrada en actividades de la Iglesia Católica.

Indica que la gente resiliente, la que se adapta a cambios difíciles, suele ser más feliz a pesar de las circunstancias.

Tallabs destaca la importancia de perdonar: "Cuando no hay perdón, tiendes a somatizar momentos de rencor".

SITIOS NATURALES, IDEALES

Para reflexionar esta semana, hay que elegir el lugar y tiempo adecuados, coinciden los expertos.

Tallabs sugiere meditar en una habitación, a solas. En ese momento de intimidad contigo mismo, los dispositivos electrónicos deben ser excluidos.

"En el silencio te adentras y te conoces a ti mismo. Mientras más ruido tienes dentro de ti, de tu mente, más infeliz serás", señala.

Para el Padre castillo, estar en silencio significa la oportunidad de examinarse a sí mismo, pensar en la existencia y abrirse a la creatividad.

"El silencio nos da la oportunidad de escucharnos a nosotros mismos e incluso a aquellos que nunca escuchamos.

"Nos permite ser más empático con quienes nos rodean".

El sacerdote recomienda un paseo por la naturaleza para reflexionar sobre los valores positivos.

"Contemplar la naturaleza me hace consciente de mi lugar en este mundo y me hace, al mismo tiempo, responsable de él".

Ballesteros, por su parte, menciona que la naturaleza causa una sensación de armonía en el individuo. También recomienda sitios que traigan una evocación positiva y agradable al momento de la reflexión.

EJERCICIO BÁSICO

¿Cómo pedir perdón a quienes dañamos? González considera que muchos desconocen la manera de crear estos momentos, por lo que da tres pasos a realizar en este ritual: Hay que tener conciencia del daño infligido -a veces involuntario- hacia la persona; pedir disculpas, aunque suele ser una fase muy difícil de realizar, y una fase muy olvidada es preguntar qué se puede hacer para remediar el daño.

Ballesteros, maestra en Psicología Positiva Aplicada, sugiere estos ejercicios de compasión, solidaridad y perdón para aplicar a quienes te han ofendido.

-Separa la persona de la situación: Quien te agredió no es una persona "completamente mala", sino que actuó de manera incorrecta. Este ejercicio te permitirá ver a la persona como un ser humano en todas sus dimensiones y con dignidad.

-Imaginar a esa persona como niño o niña: La mayoría de las personas suelen tener más compasión con los pequeños que con adultos.

Esto sirve para empatizar con él o con ella.

-Imaginar una persona más compasiva que tú: Darle características más compasivas a una persona imaginaria permite ver la situación desde otro punto de vista.

-Carta de autocompasión: Escríbete imaginando que eres una persona que te quiere mucho, como tu mamá o algún amigo o amiga. El ejercicio te permite pensar sobre ti en una dimensión distinta.