Blumarine. Crédito: Cortesía

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Vestirse de negro, con el rostro pálido y los ojos marcados, forma parte del estilo gótico de muchas personas que se ven reflejadas en este mood que proviene del siglo 19 y que está asociado con el movimiento del romanticismo.

Se caracteriza por su esencia dramática, lo oscuro, lo barroco y por un dejo aparente de tristeza a través de colores intensos como el negro, el morado, el rojo sangre y el verde oscuro, ayudados por algo de tonos metálicos, y en texturas como el terciopelo, el cuero, la seda, los brocados y los encajes.

Sus siluetas van desde los vestidos ajustado con colas, tipo Morticia Addams, el uso de corsets, mangas abullonadas, faldas de tul, abrigos largos, medias de red y botas altas.

"Es una tendencia que siempre reaparece porque creo que hay una parte oscura que el ser humano tiene que dejar salir de vez en cuando. Es un poco como el cuento de 'Dr.

Jekill y Mr. Hyde'", afirma la experta en moda Mayte Requejo.

Mención especial para la joyería, la cual es barroca, llena de calaveras, cruces, símbolos religiosos en aretes, collares largos, pulseras y broches que enmarcan un maquillaje con labios negros y ojos ahumados.

Las melenas van largas y despeinadas o en severos chongos, como si se trataran de heroínas de los cuentos de Edgar Allan Poe.

También abarcan desde los guantes de encaje para ellas hasta los sombreros altos y las pecheras para los caballeros.

Se trata de crear un impacto visual, de transmitir un gusto por lo misterioso y sobrenatural, pero sin perder de vista la estética, la cual, en esta ocasión, se viste de oscuro.

Los íconos

El estilo ha brillado en personajes como La Familia Addams, Merlina, Johnny Depp en El Joven Manos de Tijera, la actriz Helena Bonham Carter y el cineasta Tim Burton.

Dato curioso

Uno de los principales impulsores de esta moda en la década de los 2000 fue Alexander McQueen, quien mostró en sus colecciones todo el drama y la fuerza oscura del período victoriano en Inglaterra.