Adiós a “La Niña De Oro” del cine mexicano

MEXICO, D.F., septiembre 2 (EL UNIVERSAL).- La rubia malora que lo mismo jugaba con pistolas o tarántulas y sacaba de quicio a Pedro Infante, dejó su huella en el cine mexicano gracias a su infancia.

Y es que, María Eugenia Llamas no volvió a resaltar en las pantallas luego de dejar de ser una niña.

De trenzas y haciendo travesuras, Llamas se convirtió en un suceso durante la llamada época del cine de oro mexicano, con su personaje de “La Tucita” en la cinta Los Tres Huastecos (1948).

De ahí le vinieron “Los niños miran al cielo” (1950), “Dicen que soy mujeriego” (1949), “El seminarista” (1949), entre otras, sin embargo en ninguna volvió a ser tan entrañable como con la niña que le gritaba a su papá ¡Lorenzo!

En YouTube los videos en donde aparece el personaje de “La Tucita” tienen miles y hasta millones de visitas. En las redes sociales no faltaron los memes y los recuerdos de frases como “si ya saben cómo soy ¿para qué me dejan sola?”, entre otras.

La actriz murió en el hospital Chapalita en Zapopan, Jalisco, a la edad de 70 años debido a un paro cardioprespiratorio.

Llamas había llegado el día sábado a la ciudad de Guadalajara, para instalarse a vivir con su hija Maru Lozano Llamas, tras vivir por tres años en Tepoztlán, Morelos, al poco tiempo de su arribo se quejó de dolores en su columna vertebral por lo que fue internada en Zapopan, donde murió alrededor de las 21:00 horas del domingo.

Tras su éxito y varios premios, la histrión siguió haciendo papeles en el cine mexicano, sin embargo, a los 22 años María Eugenia contrajo matrimonio con el actor y locutor Rómulo Lozano, con quien procreó a sus hijos Fernando, María Eugenia y Luz María.

Radicada en Monterrey, Nuevo León, continuó su actividad en teatro de revista, comedia, radio y algo de televisión.

La actriz no pudo mantenerse alejada de la pantalla grande y después de dos décadas regresó a hacer cine. Con cintas como “El gatillo de la muerte” (1980), “Cazador de asesinos” (1983), “El criminal” (1985), Llamas volvió a actuar acompañada de los hermanos Mario y Fernando Aldama.

Lejos de la actuación

A María Eugenia Llamas “La Tucita”, la Asociación Nacional de Actores no le pudo realizar un funeral, ya que la familia no lo pidió, dijo la secretaria de previsión social Lourdes Pellegrino.

Además, advirtió Pellegrino que desconocía si sus restos mortales se encontraban en el Distrito Federal o Monterrey, donde vivía, ya que Llamas desde 1997 se había dado de baja de la ANDA, por lo que tampoco sabía donde sería sepultada o si sería cremada.

Pellegrino al igual que Yolanda Ciani, dirigente de la ANDA lamentaron el deceso de “La Tucita”.