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Regresan las cabalgatas; Geño reúne a más de 200 jinetes

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Catorce años esperaron los jinetes. En 2010, la Cabalgata "Bicentenario" puso fin a una tradición que Emilio Portes Gil instauró años antes y que Eugenio Hernández Flores retomó a su paso como gobernador.
domingo, 7 de abril de 2024
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Ejido Las Flores, Ocampo.- Catorce años esperaron los jinetes. En 2010, la Cabalgata "Bicentenario" puso fin a una tradición que Emilio Portes Gil instauró años antes y que Eugenio Hernández Flores retomó a su paso como gobernador.

El sábado 6 de abril en el municipio de Ocampo la tradición regresó, 200 jinetes que esperaron a Geño, iniciaron su recorrido de 13 kilómetros en el Ejido Las Flores.

Marcaba el termómetro 36 grados centigrados, el sol incandescente guiaba el recorrido de los jinetes, mientras amenizaba con música regional Victor Facundo El Máster de los Teclados.

Al trote de los caballos por el Camino Viejo de las Flores y una vista de campos de caña, los jinetes comenzaron a sumarse a la cabalgata, guiada por la abanderada ocampense Ximena Montserrat Hierro Rodríguez.

A lo lejos desde la zona del Río Palo Verde, pobladores saludaban a "Geño" Hernández en su ingreso a la cabecera municipal de Ocampo.

En su recorrido por la calle Hidalgo, el candidato por el Partido Verde, saludó a los vecinos que desde sus banquetas, ventanas y balcones, lo esperaban para poder captar con su celular la imagen del recuerdo.

Al llegar a la calle Juárez, el candidato fue detenido por un par de jóvenes, Cinthia Rojas y Moisés Cano, quienes con emoción le manifestaron "te venimos siguiendo desde Tampico", gracias al apoyo que recibieron durante su gobierno, les fue posible a los hoy profesionistas, terminar su primaria.

Los pobladores de Ocampo depositaron su voto de confianza en Hernández Flores, a quien continuamente le marcaban el alto para decirle a Geño "contigo tenemos una esperanza".

La nostalgia por los años de espera para revivir esta hermosa tradición del norte del país, se entrelazaba con la alegría del momento, Geño está de regreso.

Lo único que faltó fue El Romano, aquel que se inmortalizó como el caballo del Gobernador. En su lugar El Cairo, que en aquellos tiempos era un joven corcel, hoy acompañó con gallardía al futuro Senador.

 

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