Su interés por aventurarse en las profundidades del origen y la evolución del cosmos, desde el Big Bang hasta nuestros días, llevó a Lince a estudiar de cerca los orígenes del universo como de la humanidad misma.
Los cuadros que conforman la serie "Cosmología", están compuestos por líneas, formas geométricas y una paleta de colores tridimensional que invita al espectador a sumergirse en un universo en cada obra.
La textura, la geometría y otros elementos visuales, guían al observador a través de un viaje en el que las figuras se desdibujan, dejando espacio a la imaginación para la contemplación de lo abstracto y lo misterioso.
En esta exploración, el arte se convierte en un puente entre lo observable y lo incomprensible, entre lo científico y lo espiritual, ofreciendo un espacio para la reflexión y la contemplación de un cosmos en constante expansión.