OIT calculó que los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial han disminuido 3.5 billones de dólares en los tres primeros trimestres del 2020. Foto: OIT.

Cd. de México (23 septiembre 2020).- Los incentivos fiscales otorgados por los gobiernos para prevenir el cierre de empresas y el fomento a lo inversión, han contribuido a reducir la pérdida de empleos ante la pandemia, afirmó la Organización Internacional del Trabajo.

En la sexta edición del informe "Covid-19 y el mundo del trabajo", advierte que los incentivos fiscales con un menor alcance aplicado en países de ingresos bajos o medios podrían haber ocasionado una mayor pérdida de puestos de trabajo.

En promedio, según la OIT, un aumento del uno por ciento de los incentivos fiscales con respecto al PIB anual habría contribuido a mitigar la pérdida de horas de trabajo en 0.8 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2020.

Luchan negocios por sobrevivir a la pandemia

"Pese a que las medidas de política fiscal expansiva han resultado eficaces para fomentar la actividad económica y evitar una mayor pérdida de horas de trabajo, dichas medidas se han aplicado principalmente en los países de ingreso alto.

"La implantación de medidas de índole fiscal sigue siendo deficiente en las economías emergentes y en desarrollo, en particular en los países de ingreso bajo", subrayó el organismo internacional.

Entre las principales medidas de política fiscal que pueden paliar los efectos de la emergencia sanitaria está amortiguar la caída del nivel de consumo.

Es decir, las ayudas para garantizar los ingresos de los trabajadores, puede contribuir a paliar el déficit de demanda en sectores en los que se fomenta la continuación de la actividad laboral, o una vez que los sectores afectados por los cierres hayan retomado su actividad.

"El fomento del consumo privado o público, así como el apoyo directo a las empresas, pueden facilitar inversiones que de otro modo no se llevarían a cabo", consideró la OIT.

El organismo internacional calculó que los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial han disminuido lo equivalente a 3.5 billones de dólares en los tres primeros trimestres del 2020, con respecto al mismo período de 2019.