El profesor Vladimir Rodríguez envía videos donde guía a sus alumnos de primero y segundo de primaria, en Pesquería. Foto: Especial

Monterrey, México (27 abril 2020).- Cada madrugada de estos últimos días, el profesor Gamaliel Cleto coloca una cámara sobre un tripié en la sala de su casa, se sienta frente al aparato y comienza a grabar un video con una breve clase, tal como si estuviera frente a sus estudiantes del Ejido Santa Efigenia, en Cadereyta.

De hecho, de alguna manera, lo está.

El maestro del área rural sube el material al Facebook de su escuela, la primaria multigrado Benemérito de las Américas.

En los celulares de sus padres, los 24 alumnos que Gamaliel atiende en un grupo de primero, segundo y tercer grado pueden verlo y escuchar de viva voz las explicaciones de sus tareas.

Durante la semana pasada, este maestro de 38 años subió sus primeros materiales, cápsulas de 6 a 10 minutos en las que se apoya con presentaciones de Power Point, ejemplos locales y él en un recuadro en la parte baja de la pantalla.

"Contextualizo con temas de Cadereyta, porque si les empiezas a contextualizar con contenidos de otro municipio u otro Estado no les va a llamar la atención el video", dice el profesor, quien dice grabar a muy temprana hora porque es el momento del día en el que hay menos ruido ambiente.

Para un video sobre el tema de la biografía, usó como apoyo las obras del artista jimenense Federico Cantú. También recurrió a datos e imágenes de la producción de escobas de la fábrica La Reynera para hacer algunos ejercicios de matemáticas.

De esta manera, mientras la contingencia pasa, sus alumnos, hijos de migrantes de otros estados que llegaron a trabajar a los campos y las quintas de Cadereyta, pueden seguir al pendiente de sus clases con cierta cercanía virtual de su maestro.

Si para las escuelas públicas en general ha sido complicado adaptarse a una educación a distancia ante el cierre físico de las instalaciones por la pandemia, para las de zonas rurales y apartadas el reto se ve mayor.

Las señales de televisión e internet, escasas en aquellos lugares, han dificultado el acceso a los recursos educativos emergentes que las autoridades han implementado frente al Covid-19.

En algunas comunidades, las señales de Escuela TV, por Canal 28, o de Aprende en Casa, simplemente no llegan, y buscar los recursos en internet es imposible cuando no se cuenta con un servicio wifi.

La semana pasada, la SEP arrancó la capacitación en línea de maestros de todo el País para comenzar a utilizar las herramientas de educación a distancia de Google for Education y YouTube.

El maestro Gamaliel es uno de los miles que respondieron al llamado federal para actualizarse. Son herramientas útiles y es importante conocerlas, comenta, pero difíciles de implementar con niños que no tienen equipo de cómputo ni conexión a internet.

Los maestros deben entonces recurrir a su iniciativa, creatividad y vocación.

I. Mensaje didáctico

Vladimir Rodríguez, profesor de la primaria multigrado Lázaro Cárdenas, en el Ejido Santa María, en Pesquería, también graba a diario sus videos.

Luego los envía al grupo de WhatsApp en el que están los papás de sus alumnos de primero y segundo grado de primaria.

"Tuve que buscar algo (una tecnología) que le llegara a todos los niños", comenta el docente.

"En el ejido no hay buena señal, y a lo mejor no llega de inmediato, pero en el transcurso de 10 a 15 minutos les llega el material y descargan los videos que les mando".

La manera en cómo las escuelas se han adaptado a esta nueva realidad varía según sus propias características.

En otras comunidades pequeñas y dispersas en el Estado, los maestros acuden cada semana a sus planteles para pegar en la entrada una lista de actividades para que los padres tomen nota y los niños sigan trabajando en casa.

"Sólo hay que cuidar la distancia con los habitantes", dice un profesor de la zona sur de Nuevo León que no quiso ser identificado.

II. El reto que viene

Los maestros consideran que la tecnología deberá ser una de las prioridades cuando las actividades académicas vuelvan a la regularidad.

Claman por una estrategia que equipe a los planteles oficiales en zonas urbanas y rurales, y capacitación a los maestros para usar estas herramientas.

"Ahora nos damos cuenta que existe una gran cantidad de aplicaciones que podemos utilizar para hacer videoconferencias y ese tipo de cosas", afirma Daryné Casas, profesora de una secundaria en la colonia Pedregal del Topo Chico, en Escobedo.

"A lo mejor hasta antes de esta contingencia ni siquiera sabíamos que existían porque no las requeríamos".

Es urgente introducir la tecnología en las clases, pero sin dejar a un lado el acompañamiento humano, comenta el profesor Gamaliel.

Estar en comunicación con los papás por el medio que sea posible para aclarar cualquier duda o preguntar por los niños, dice, es una acción que no está en los planes de estudio, pero que también es parte de la educación.

"Es un momento en el que no nada más somos maestros. Tenemos que trabajar el lado humano, más que el académico".