Promueve "Inteligencia Alimenticia"

Doce cucharadas de azúcar refinada en un refresco de 350 mililitros representan el 70% de la ingesta diaria de carbohidratos de una persona promedio.
Para la nutrióloga Claudia Munguía, los altos índices de obesidad en la población infantil hace necesario reeducar a nuestros niños para que aprendan a leer el contenido calórico de los alimentos procesados que ingiere.
Esta "inteligencia alimenticia" permitirá a mediano plazo poder discriminar las bebidas y comidas hipercalóricas culpables del sobrepeso en tres de cada diez niños.
Claudia Munguía, recomienda a los padres de familia enviar a sus hijos a la escuela con "lonches" que consistan en sandwiches de pan integral en lugar de tacos de harina, o trocitos de fruta como snacks en vez de frituras.
De hecho, consideró idóneo que se enseñe a cada menor la forma de detectar el contenido calórico de los alimentos procesados, "a mirar las etiquetas" y así poder decidir qué tipo de alimento va a consumir.
"Hacerles conciencia.

Les funciona mucho cuando ellos ven la cantidad de azúcar que tiene un refresco o que tiene un jugo, pero ya visualizado, porque si uno les dice: "Tiene mucha azúcar", queda mucho en el aire, pero cuando uno ve la cantidad de azúcar que tiene ya el impacto hasta en los adultos se les queda la imagen y eso despierta la conciencia", puntualizó.
Cada refresco de 355 mililitros, por ejemplo, tiene 72 gramos de azúcar, el equivalente a doce cucharadas.
"El refresco son 72 gramos de pura azúcar refinada, la peor fuente; nosotros debemos incluir cien gramos, o a lo mucho, 150 gramos de carbohidratos, entonces, si ponemos el refresco ya tenemos el 72% del azúcar de todos los días.

Hay veces que se sirven hasta 2 refrescos en cada comida e incluso hay personas que toman dos litros de refresco en lugar de agua. La cantidad de azúcar es exagerada, la que se está consumiendo con el refresco", finalizó.