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Las madres con sus hijos fueron las protagonistas, posando como fondo de la pasarela, pero también las modelos desfilaron con sus pequeños e incluso una de las musas de la pareja de diseñadores, Bianca Balti, embarazada de seis meses.
Dolce & Gabbana propusieron en la primera parte del desfile vestidos cortos típicos de los años sesenta de colores pastel azules y rosas, algunos de ellos decorados con en oro y rojo con enormes rosas.
Las rosas fueron el elemento en común de toda la colección también en sus vestidos de encaje y en sus faldas de vuelo.
Algunas de las camisas y vestidos estaban decoradas con la frase: "Te quiero mama" en francés y en italiano y acompañados con bordados que recordaban los diseños infantiles e inocentes: casas, arboles, niños.
El único elemento de modernidad: los enormes auriculares para oír música que llevaron algunas de las modelos.
Al final de la pasarela, las "mamás" de Dolce & Gabbana desfilaron con vestidos negros de todas las formas y tejidos posibles, en un homenaje a las mujeres de la Italia más profunda en la que los diseñadores se inspiran desde hace tiempo.
Por otra parte, el diseñador británico John Richmond se suma a la moda "bondage" y utiliza el cuero, cordones y todos los tonos del gris para la colección de otoño-invierno.
Los lazos de cuero son el tema conductor de Richmond, que los utiliza para decorar la parte trasera de sus faldas tubo, de sus vestidos, y que componen los vertiginosos y eróticos zapatos de tacón.
En la primera parte del desfile, las mujeres de Richmond visten pantalones, faldas cortísimas, pero también chaquetas y camisas todo en eco-piel negra.
También deja espacio a trajes-pantalón grises con cremalleras y abrigos cortos de corte más clásico también en tonos grises.
Richmond sorprende con el estampado cebrado que utiliza para sus abrigos, chaquetas ajustadas y trajes.
El "animal print" cambia a rojizo en algunos vestidos, acompañados con boleros y chalecos de plumas rojas y negras.
La segunda parte del desfile cambia de tema y los colores se vuelven azulones, los vestidos se hacen más fluidos y destacan estampados de estilo japonés.
El Japón inspira las blusas con mangas a forma de kimono y los bordados de flores rojas llenan vestidos y chaquetas.
La diseñadora Laura Biagiotti vuelve a dejarse inspirar por Roma para sus "mujeres columnas" vestidas con estampados que recuerdan los motivos de los capiteles.
Laura Biagiotti propone una mujer elegante y muy tapada con enormes y largos abrigos y ponchos de lana con flecos y decoraciones jacquard en tonos grises.
Los ponchos, las capas y los jerséis con amplios cuellos se repiten también en varios colores cálidos, como el naranja y el rosa.
La colección termina con abrigos y vestidos totalmente en blanco, como el travertino de las columnas de Roma, y que en algunas prendas dejan espacio a filigranas en oro.
Mujeres amazonas con largos abrigos de cuero y piel fueron las protagonistas del grupo italiano Marni y de su diseñadora, Consuelo Castiglioni.
En el desfile los abrigos de color camello se decoran con amplias mangas de pieles.
Y los vestidos rectos y pantalones anchos en colores arena llevan enormes cinturones de cuero y los bolsos son obligatoriamente bandoleras.