Alicia Matías Teodoro murió tras proteger a su nieta de 2 años en la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, Ciudad de México, el pasado 10 de septiembre.

Doña Licha, de 49, solía llevar a la bebé a su trabajo como "checadora de camiones" porque su hija, madre soltera, no podía cuidar a la pequeña en su empleo.

Se convirtió así en la abuelita heroína que evidenció la realidad de muchas mamás y cuidadoras mexicanas, quienes día a día enfrentan obstáculos, violencias y desigualdades para ejercer la maternidad mientras tienen que seguir trabajando.

"Hay muchos derechos que tenemos las mujeres, uno de ésos es ser madre, pero es un reto enorme", señala Karina Delgado, delegada de la Asociación Nacional Cívica Femenina de Nuevo León, y especialista en el balance trabajo y familia.

"La realidad de las mujeres que trabajamos es: o trabajo y dejo a mis hijos, o no trabajo, pero no tengo para que coman".

A inicios de septiembre también se hizo viral una fotografía en la que aparece Mariana Rodríguez, esposa del Gobernador Samuel García, cargando a su bebé en un "canguro", durante un evento oficial de Fuerza Civil.

La imagen desató conversaciones en torno a las desigualdades que enfrentan las madres trabajadoras para ejercer su maternidad con libertad: mientras hay quienes viven en condiciones que les permiten lograrlo, para muchas mexicanas es casi imposible.

Especialistas señalan que estos casos recientes ayudan a visibilizar la urgencia de un sistema de cuidados y de redistribución más equitativa del trabajo no remunerado.

I. CARGA TRIPLE

Hablar de cuidados es algo nuevo en México, aunque siempre ha existido. Los cuidados en la infancia son aquellas acciones del día a día -dar de comer, llevar al médico, ayudar con las tareas, jugar, proteger-, que garantizan el desarrollo infantil.

"Algo característico de los cuidados es que, en su mayoría, lo hacen las mujeres", apunta Laura Centeno, coordinadora de la Comisión de Desarrollo Social del Consejo Nuevo León, organismo que está trabajando para diseñar un sistema estatal de cuidados.

En Nuevo León, ellas destinan en promedio 38.3 horas de la semana a los cuidados, mientras que los hombres, 17, de acuerdo con el INEGI.

Para muchas llega un momento en que deben decidir entre ser mamá o seguir su vida profesional.

Quienes ya son madres, se enfrentan a una serie de retos, como la ausencia de una pareja o red de apoyo, la falta de guarderías o estancias con horarios flexibles, la brecha salarial del 15 por ciento, las violencias de género y la carga desproporcionada del trabajo en casa.

Se calcula que las mujeres son el principal sustento en 1 de cada 3 hogares mexicanos.

"¿Cómo le exiges a la mujer que haga 48 horas en el trabajo, que no siempre son 48 horas, y además cumpla con toda la carga del trabajo del hogar, más la carga emocional de ser el principal sostén?", apunta Norma Cerros, directora de Womerang, organización que impulsa el empoderamiento femenino en el ámbito laboral.

Se estima que casi el 65 por ciento de las niñas y niños de Nuevo León son cuidados por su madre.

La principal razón por la cual las mujeres nuevoleonesas no participan en el mercado laboral es porque no tienen quien les cuide a sus hijas e hijos pequeños, revela un estudio del Centro de Estudios Espinosa Yglesias y el Consejo Nuevo León en 2021.

Un apoyo importante para el cuidado son las guarderías y estancias infantiles, pero no es una posibilidad para todas las familias.

De la población económicamente activa en Nuevo León, sólo el 12.5 por ciento tiene acceso como prestación laboral (ENOE, 2024).

Un fuerte golpe en el tema fue cuando el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador cerró las estancias infantiles en 2019, y las sustituyó por transferencias monetarias.

En ocasiones, las madres se apoyan en otras mujeres de la familia, en quien recae el cuidado.

Pero no siempre está esa posibilidad.

Muchas mamás trabajadoras no tienen alternativa: deben salir a trabajar, aunque eso implique dejar solos a sus hijos o llevarlos consigo y ponerlos en riesgo.

Un adecuado sistema de cuidados permitiría, entre otras cosas, reducir la carga de las madres y cuidadoras, y así lograr un mejor balance.

II. SISTEMA DE CUIDADOS

Un sistema de cuidados es un conjunto de políticas, programas y acciones para garantizar los derechos de quienes necesitan y brindan cuidados. A inicios de 2024, Nuevo León instaló la Comisión del Sistema Estatal de Cuidados, con la que se pretende construir uno de estos sistemas.

En los meses pasados se han realizado acciones, pero aún falta mucho camino. Para que funcione, deben trabajar en conjunto el Estado, el sector empresarial, las familias y la comunidad.

"No es que uno lo tenga que hacer todo, sino que tenemos que tener una corresponsabilidad entre los cuatro actores que hablamos", apunta Centeno.

Las acciones que se pueden implementar varían según las necesidades de cada población, detalla, por lo que lo principal es hacer un diagnóstico.

Nuevo León ya cuenta con uno realizado por Consejo Nuevo León.

El estudio "Economía de los cuidados" (2024) muestra la importancia de uno de estos sistemas, cuánto costaría iniciarlo (unos 260 millones de dólares) y el costo por no hacerlo (casi 123 mil pesos por empleado al año, debido a la pérdida de productividad).

Una de las estrategias principales es el tener guarderías y estancias infantiles con costos accesibles, cercanos de casa o trabajo y horarios flexibles.

"El tema de las estancias infantiles con horarios flexibles (es importante) porque ¿quién puede conseguir un trabajo para que su hijo salga a las 5 de la tarde?", señala Mariana Villalobos, presidenta de Infancia Plena, que promueve el desarrollo infantil.

También son fundamentales las licencias de maternidad y paternidad extendidas, apuntan las expertas. En Suecia, por ejemplo, el programa contempla licencias de 480 días pagadas para ambos progenitores.

"En México los hombres tienen 5 días y las mujeres,12 semanas. Ya desde ahí te dice quién se tiene que dedicar a las labores de cuidado", destaca Centeno.

Otra estrategia de impacto son los esquemas de empleo flexibles como trabajo híbrido o en casa, lo que permite un mejor balance con los cuidados.

En el tema de la lactancia, en México ya es Ley que las empresas deben proporcionar tiempo y espacio para que las madres amamanten o extraigan leche.

Pero esto no siempre es una realidad: sólo una de cada 10 mujeres logra continuar la lactancia al regresar al trabajo (UNICEF, 2018).

III. CAMBIO CULTURAL

Un sistema de cuidados no funcionará si no viene acompañado de cambios culturales, coinciden las especialistas. Por un lado, es necesario visibilizar el valor del trabajo doméstico y de cuidados, el cual se calcula equivale al 15 por ciento del PIB en Nuevo León.

"Tenemos una estimación del INEGI, que dice que a las mujeres, en promedio, se les debe 63 mil pesos al año", señala Centeno.

Es por eso que otra estrategia es la transferencia monetaria.

Y aunque se implementa a menudo, dice, no es suficiente.

Además, destacan que es necesario un cambio de cultura sobre la aceptación de niños y niñas como integrantes de la comunidad, programas de empoderamiento femenino, talleres de masculinidades e iniciativas empresariales para cerrar brechas salariales, reducir las violencias y avanzar hacia una verdadera igualdad sustantiva.