Ya sea cocido, revuelto, pochado, frito o formando parte de un pastel, este ingrediente siempre encuentra su lugar en la cocina. Su sabor suave, su textura y su capacidad de adaptarse a cualquier receta lo mantienen como un favorito en todo el mundo.
Por eso, cada segundo viernes de octubre se celebra el Día Mundial del Huevo.
María Covadonga Torre Marina, en su libro El huevo: mitos, realidades y beneficios, del Instituto del Huevo, explica cómo este alimento ha acompañado al ser humano desde tiempos antiguos.
Aunque, su historia es larga y bastante curiosa. El más consumido es el de gallina, pero también se comen los de codorniz, pato, oca, pavo e incluso avestruz, cada uno con sus propias características.
La autora retoma la eterna duda sobre qué apareció primero, el huevo o la gallina, aquí nos aclara la duda.
"El sentido más común, nos indica que ninguno precede al otro, ya que ninguno puede existir sin el otro. Pero, desde el punto de vista de la aparición de las diversas especies sobre la Tierra, es claro que los huevos son millones de años más antiguos que las gallinas; ya que, anteriores a las aves, son los peces, los anfibios y los reptiles, y todos ellos se producen por los huevos", resalta.
Una historia que viene de lejos
De acuerdo con Covadonga, en su libro, aunque en Grecia y Roma ya se criaban ocas y patos, no era común consumir sus huevos. Se cree que fue en la India, alrededor del siglo 5 a.C., donde comenzaron a cocinarse como parte de la alimentación diaria.
Desde ahí, la costumbre se extendió por Persia, Grecia y Roma.
"Se sabe que el almuerzo de los romanos 'era algo rápido y fácil': tal vez carne o huevos.
"Estos últimos empezaron a consumirse cotidianamente solo en el momento en el que se generalizó la avicultura, práctica que comenzó en la India con la cría de la gallina silvestre Bakiva", explica.
En América, agrega la autora, los pueblos prehispánicos criaban principalmente guajolotes. Los aztecas en Tenochtitlán ya lo usaban en su alimentación, al igual que otras culturas como la olmeca, la chichimeca, la totonaca y la zapoteca.
Nutrición en cada bocado
Además de su historia, este ingrediente destaca por lo que aporta a la salud. Marta Miguel Castro, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, afirma es altamente nutritivo.
"Es accesible y aporta energía sin ser excesivo. Cada unidad tiene cerca de 75 calorías", resalta.
Durante años se pensó que el colesterol del huevo era perjudicial, pero es un mito. Comerlo a diario no representa riesgo cardiovascular.
Finalmente, organizaciones como la FAO, la Asociación Española de Ciencias Avícolas y el Consejo Americano de Ciencia y Salud respaldan su consumo.
Los registros dicen que el huevo contiene proteína de calidad, con los aminoácidos esenciales, que el cuerpo aprovecha casi por completo.
Hechos curiosos
Este ingrediente ha sido símbolo de la creación del universo para culturas como la griega, celta, egipcia, china y persa.
En China, se acostumbraba a conservar los huevos de pata con una mezcla de cal, ceniza y sal, enterrándolos por más de 45 días.
Filósofos antiguos lo veían como representación del mundo: la cáscara era la tierra, la clara el agua, la yema el fuego y el espacio vacío el aire.
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