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Piense en el glam de David Bowie, en los vestidos futuristas de Paco Rabanne o en los vestidos disco de los años 70... Pues todo lo anterior hoy se encuentra mezclado en un gran caleidoscopio que hace que las personas brillen, sin disculpas, desde la mañana hasta el anochecer.
Oro líquido, como los legendarios vestidos que hicieron famoso a Versace sobre las esbeltas figuras de las top models, plata pulida, cobre bruñido, bronce martillado y destellos en tonos tornasoles, aparecen en toda clase de prendas, desde una sencilla blusa, en pantalones para ir a la escuela o al trabajo, hasta en un espectacular diseño para la noche.
Y es que hoy, los acabados metálicos se atreven a ver la luz del sol, después de la fiesta, sin remordimiento alguno.
"El metalizado es el nuevo neutro", ha afirmado, rotundamente, Roberto Cavalli, diseñador que también se ha distinguido por manejar estos deslumbrantes brillos futuristas, que, antes eran reservados sólo para los reyes, y que ahora iluminan a todos los habitantes del mundo", afirma, contundente, la experta en imagen Mayte Requejo.
Existen piezas de sastrería firmadas por Prada o Miu Miu, Carolina Herrera u Oscar de la Renta, que se suavizan con una ausencia de accesorios, zapatos planos y bolsas austeras.
Un pantalón plateado de Alexander McQueen se combina con una sencilla camiseta blanca y tenis, las faldas mini o midi de Dolce & Gabbana se acompañan con camisas tipo masculino y mocasines; así como las sandalias de Aquazzura con espejos, han brillado como nunca en estas vacaciones veraniegas.
"No hay duda de que quien se viste de metálico está evocando fuerza, lujo y presencia, usando una especie de armadura actual, sexy, audaz y lista para conquistar", añade Mayte quien menciona a estrellas como Dakota Johnson y Dua Lipa como fanáticas de este tema.
Existe también un claro retorno a los años 80, con looks estructurados gracias a grandes hombreras y sensuales vestidos pegados al cuerpo que recuerdan a Cher.
Así, vestirse con brillos, es hoy mucho más que una moda pasajera, es una actitud de estilo que combina el pasado con el futuro, logrando looks impactantes que deslumbran a todos.
Buscando el equilibrio
La clave está en llevar metálicos sin caer en lo excesivo. Combínalos con prendas básicas para poder lucir elegante durante el día.
Unos pantalones con toques dorados van muy bien con una chaqueta de mezclilla, las faldas de lentejuelas se acompañan muy bien con un sencillo suéter de cashmere, logrando una mezcla de minimalismo con maximalismo muy en tendencia.
Si usas más de un accesorio metálico, coordínalos con el mismo tono (como zapato y bolso plateado) para lograr una armonía visual.
Los acompañantes
Desde bolsos, zapatos, cinturones hasta piezas de joyería, con piezas escultóricas y atrevidas, pasando por mascadas y turbantes, se apuntan a esta tendencia para iluminar cualquier atuendo ya sea diurno o nocturno.
Y en el maquillaje
Las sombras líquidas, los labios destellantes y los esmaltes con efecto espejo refuerzan esta tendencia como lo hace Selena Gómez con Rare Beauty o Pat McGrath en desfiles en París y Milán.
Se llenan de oro, plata y piedras preciosas.
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