Troncos caídos y otros aún en pie -ambos tan espigados como cenizos-, así como viviendas provisionales emplazadas en remolques y el testimonio de quienes, con la voz entrecortada y la mirada en el horizonte, hacen un recuento de lo que el fuego alcanzó a llevarse son algunos de los instantes que, a primera vista, se clavan en el alma de un grupo de viajeros que recién visitó Jasper.
Pero pronto... el batir de las alas de una parvada de gansos tomando un baño a orillas de un transparentísimo lago, el sabor de los platos que son preparados por cocineros locales, la emoción de los guías que, llevándose la mano el corazón, agradecen a los trotamundos por regresar a hacer turismo y los maravillosos relatos que los lugareños cuentan a la luz de... algo así como un millón de estrellas... son ejemplos fidedignos de que en Jasper y sus alrededores, el turismo resiliente está más vivo que nunca.
Cual Ave Fénix, este sublime rincón de la provincia de Alberta no solamente se recupera de los incendios forestales acaecidos en el verano de 2024, sino que además vuelve a abrir los brazos a los visitantes enviando el poderosísimo mensaje de que tanto la naturaleza como una comunidad unida tienen la capacidad de renacer y reinventarse.
Hasta este destino llegan quienes, además de tomarlo como base para explorar los majestuosos rincones del Parque Nacional de Jasper, reconocen su importancia histórica en The Jasper-Yellowhead Museum & Archives y en la estación donde suele parar el Rocky Mountaineer, emblemático que regala sublimes vistas de las Montañas Rocosas.
Pero hoy, más que nunca, el viajero que desea practicar el turismo justo está invitado a regresar para caminar por sus apacibles calles y apoyar a sus pobladores comiendo en sus restaurantes, comprando sus productos artesanales, hospedándose en sus acogedores lodges y uniéndose a los atractivos recorridos que sus prestadores de servicios ofrecen.
Para colmar los ojos y la memoria de cámaras o celulares con el paisaje circundante, Jasper Photo Tours ofrece safaris fotográficos en rincones tan agraciados como Patricia Lake o Pyramid Lake.
Más propuestas ecoturísticas son guiadas por los expertos de SunDog Tours, quienes transportan a los exploradores a Medicine Lake y Maligne Lake, entre otros fascinantes sitios.
Amén de su inconmensurable belleza, en ellos es posible conocer leyendas que, gracias a que se transmiten de generación en generación, nunca perecerán mientras alguien las cuente y uno más las escuche.
De Medicine Lake se dice que recibió su nombre de los habitantes de las Primeras Naciones, quienes consideraban que sus aguas poseían propiedades curativas y que algunos espíritus interferían para modificar el nivel de sus aguas.
Y es que este lago es algo voluntarioso, ya que se llena o vacía según la temporada.
En verano, al agua del lago se le suma la del deshielo de las montañas, entonces rebasa la capacidad de los sumideros y provoca que el Medicine se vea rebosante.
Para finales de otoño, los pozos drenan el agua del lago más rápido de lo que el río puede llenarlo dejándolo seco, hasta que las nevadas invernales lo cubren con una espectacular capa de nieve.
Otra de las grandes joyas lacustres de Jasper National Park es Maligne Lake, cuya singular forma -estrecha y con una longitud de 22 kilómetros- puede recorrerse a bordo de un crucero de junio a octubre.
La recompensa de los expedicionarios es ver a corta distancia la belleza de Spirit Island. Ah saber si será verdad, pero... reza otra leyenda que... en este peculiar islote abrazado por el lago, dos amantes de tribus enemigas tenían fugaces encuentros.
Harta de esconder su amor, la chica le contó a su padre su secreto. Tras la confesión, le prohibieron volver al sitio. Pero su fiel amante, aguardó pacientemente, hasta que un día falleció.
Hoy son varias las parejas que hasta ese mágico sitio llegan, la mayoría remando a bordo de un kayak, con la intención de jurarse amor eterno.
Para quienes buscan descanso con un toque de lujo, el histórico Fairmont Jasper Park Lodge, a orillas de Beauvert Lake, ofrece un descanso integral con yoga frente al agua, cold plunge (inmersión en las heladas aguas del lago) seguida de un baño sauna, caminatas contemplativas, así como el Jasper Planetarium.
Y es que cuando cae la noche, Jasper revela otro de sus tesoros: su cielo.
El parque es una Reserva de Cielo Oscuro (Dark Sky Preserve) y al estar libre de contaminación lumínica es ideal para avistar la Vía Láctea, las estrellas fugaces, los satélites y, con un poco de suerte, esa danza celestial en verde y púrpura que protagonizan las Auroras Boreales.
Tras las llamas, las cenizas, la reforestación y la reconstrucción, Jasper invita a realizar una travesía de reconexión. En este rincón canadiense la naturaleza y la resiliencia han hecho sinergia para recordarnos que viajar también es un acto de esperanza y amor.
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