El actor George Clooney, foto ( X )

CIUDAD DE MÉXICO

En una entrevista reciente con la revista Esquire, el actor George Clooney, de 64 años, se sinceró sobre su pasado y el consumo de drogas y alcohol que salpicó su época en los años 80 en Hollywood.

"En 1982, probé... consumí cocaína y esas cosas", declaró Clooney a la publicación. "Solía bromear sobre lo mucho que consumía, pero la verdad es que nunca fue un gran problema para mí".

"Hubo un episodio de la serie Taxi donde todos están consumiendo cocaína. En ese momento, pensé: 'No, esto no es como la heroína.

No es adictivo'. Pero luego pensé: 'Bueno, en realidad es bastante malo'".

El ganador del Óscar incluso habló de la dudosa calidad de la cocaína que ingerían en esa época, la cual estaba mezclada o "cortada" con laxante para bebés.

"Todos se metían una línea y luego hacían del baño", recordó.

Y si bien incursionó en las drogas en fiestas a inicios de los 80, asegura que solo probó la marihuana hace apenas unos 15 años. Se reunió con un grupo de amigos, hicieron brownies de marihuana y vieron El Mago de Oz mientras escuchaban Dark Side of the Moon, el mítico disco de Pink Floyd.

"Estábamos drogados. Literalmente, creo que todos... Éramos como veinte en la sala de proyección, y la película terminó, y nos quedamos sentados sin hablar durante horas.

¡Horas! Simplemente no es mi tipo de droga", compartió Clooney.

Por el contrario, al protagonista de Syriana y Lobos siempre le atrajo mucho más la bebida. De hecho, según dijo en la entrevista, había periodos en los que su consumo de alcohol lo vencía.

"He tenido periodos en los que... No diría que fue un problema; nunca me despertaba bebiendo ni nada. Pero tenía rachas en las que me ponía bastante 'intenso' todas las noches".

Compartió que, bastante consciente, decidió eliminar el alcohol de su vida durante los seis meses de ensayo previos a la reciente presentación de la obra Buenas Noches y Buena Suerte en Broadway.

Después de los Premios Tony de este año, todo el elenco y equipo del montaje armaron una gran fiesta, con todo y que no ganaron.

"Esa noche me emborraché. Apenas podía caminar. Llegué a casa con Amal (su esposa) y me reí a carcajadas. Estábamos en la cama y dije: 'Bueno, recuperé toda mi abstinencia en una noche'.

Al día siguiente, vomité todo el día; fue divertidísimo. Estaba como un borracho de instituto. Como un borracho sin remedio".