La Tremenda Korte brindó tres horas de concierto en el Teatro Metropólitan, con una treintena de músicos e invitados. Crédito: Cortesía OCESA

Cd. de México

La sentencia fue clara. El de la noche de este sábado en el Teatro Metropólitan fue un Tremendo Concierto. Los protagonistas, una treintena de músicos y su cabecilla, Manueloko Corona, fueron condenados a vivir más tiempo.

La Tremenda Korte brindó poco más de tres horas de ska, jazz, bolero y punk, para celebrar sus 30 años de carrera, entre invitados como Las Luz y Fuerza, Las Ultrasónicas, Ojitos de Huevo, Los Korucos y Madame Recamier.

En el estrado estaba la Big Band Jazz Ritmo Nacional Orquesta, con sus trompetas, saxofones y batería. En la primera fila de esta corte musical, una decena de tremendos integrantes del grupo.

Su líder iba de rigurosa etiqueta: esmoquin rojo, a juego con el color de su cabello, y moño negro.

"Extinción" y "Mezcal" arrancaron el juicio, con los asistentes que casi llenaron el recinto (con capacidad para tres mil personas) prestos a escuchar los alegatos, a bailar y cantar.

Dos sensuales catrinas se pasearon con el set acústico de " Manos Cruzadas" y "Western Special".

Luego, una botarga de Elmo se unió a los argumentos en "Despierta" y "No Quiero Quedarme Solo".

Versiones de "Perfume de Gardenias" y "Cien Años" (que iba a interpretar Aranza, pero no llegó porque sufrió un accidente, según dijo Manueloko) dieron algo de tregua.

Pero luego volvieron sus éxitos, como su tributo a la lucha libre con "Wako", su particular mirada al País de las Maravillas con "Alicia", a dueto con Las Luz y Fuerza.

Y ni qué decir de las Ultrasónicas, muy aplaudidas con "El Señor de Arriba" y "Me Quedaré".

Los miembros del jurado, o sea, la gente, escuchaba con atención lo mismo el can can de "Usurero", que la protesta social con "Ni un Paso Atrás".

Pero lo que más gozaron fue ese "Veneno" del amor imposible, la vida y la muerte, en himnos como "La Recuerdo del Ayer" y "Tanto Amor me Marea", esta última con Madame Recamier.

Incansable, Manueloko seguía baile y baile en busca de la justicia, lanzando de vez en vez consignas como "unidos somos mejores" o "más música y menos guerra".

Luego de tres horas, el Tremendo Juez alistaba su sentencia: "Condenado a Muerte", mientras el líder del clan a negaba a creerlo y lanzaba un último mensaje: "espero que en 30 años estemos aquí todos celebrando los 60 años de La Tremenda Corte".

Así, con "Tres Patines" como cereza del pastel, la tremenda fiesta terminó.