Pocas veces enfocamos la atención a la salud de nuestros pies, pero aunque están diseñados para soportar nuestro cuerpo y resistir toda una vida de actividad, también requieren cuidados.
¿SABÍAS QUE?
La complejidad de su anatomía implica el funcionamiento de:
- 26 huesos
- 33 articulaciones
- 100 o más músculos, tendones y ligamentos
FACTORES DE RIESGO
La práctica deportiva, unos zapatos apretados, una caída, pero también la edad, pueden meter en aprietos a estas importantes extremidades y lesionarlas o provocar dolor.
1. Envejecimiento
El doctor Travis Hanson, cirujano de pie y tobillo del Hospital Houston Methodist, apunta que personas de todas las edades pueden tener dolor en los pies y diversas afecciones, pero, a medida que envejecemos, hay un mayor desgaste.
2. Rigidez articular
Esta condición deriva de enfermedades como la artritis o condiciones inflamatorias, pero también puede estar presente en casos de bursitis, tendinitis o fibromialgia, lo que somete a una tensión extra a ciertas del pie y el tobillo.
3. Lesiones
Hay dos tipos principales de lesiones: agudas, que ocurren de forma repentina, como una torcedura, y crónicas, las que se desarrollan con el tiempo por el uso repetitivo de una zona específica del cuerpo, como pasa con las lesiones en corredores o deportistas profesionales.
4. Zapatos inadecuados
No existe un solo zapato perfecto, pero si tienes una condición específica en los pies cierto tipo de calzado puede ser más útil.
Por ejemplo: las personas con artritis en el mediopié pueden beneficiarse de una suela más gruesa y curva llamada rocker bottom, que facilita el movimiento al caminar.
5.- Sobrepeso
El sobrepeso también puede contribuir al dolor de pies, pues, cuanto más peso cargan tus pies más presión soportan tus articulaciones, músculos y tendones, haciéndolos más vulnerables al desgaste, uso excesivo y lesiones.
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