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Si hay algo que define a la dinámica de los personajes de la serie La Edad Dorada (The Gilded Age) es el balance del dinero y el poder.
La serie creada y escrita por Julian Fellowes (Downton Abbey) sigue a más de una docena de personajes de dos casas, frente a frente, en el Nueva York de los 1880.
La tercera temporada, que arranca el domingo 22 por Max tiene todo de cabeza, y vas más allá del enfrentamiento entre las "familias de siempre" y los nuevos ricos.
De entrada Bertha Russell (Carrie Coon) logró la apertura de la Ópera y ahora tiene la mirada en casar a su hija Gladys (Taissa Farmiga) con un Duque británico, aunque eso implique lidiar con consecuencias en su propio matrimonio con George (Morgan Spector).
Enfrente, ahora es Ada (Cynthia Nixon) la que tiene el poder económico sobre su hermana Agnes (Christine Baranski), cosa que puede ser muy complicada para los que viven bajo el mismo techo, y deben seguir sus órdenes.
El elenco de la serie comparte sus impresiones de las batallas que vienen, durante las próximas semanas, en una charla virtual desde Nueva York.
Coon se identifica con el dilema de su personaje y las decisiones que toma, a favor de sus hijos en el show.
"Es emocionante hacerlo. Y tengo mucho respeto por Bertha, ya que entiendo la razón por lo que lo hace. Puedes no estar de acuerdo con la manera en que lo lleva a cabo, pero esta plantado en el profundo amor que tiene por su hija", explica la actriz, que viene de aparecer también en la popular The White Lotus.
Spector considera que los pleitos con su esposa de ficción, por la manera en que mueve los hilos de la familia, fueron las escenas más complicadas para hacer.
"Personalmente, me cuesta desprenderme de la armonía matrimonial que han tenido los personajes durante las dos primeras temporadas, y busqué en las escenas de conflicto una conexión entre nosotros, maneras de encontrar una solución.
Creo que la ruptura entre ellos es un desacuerdo estructural, y lo que se expresa a través de ese desacuerdo son los mismos valores y ambiciones que los unieron al principio.
Simplemente, ven el matrimonio de Gladys de una manera diferente. Se mueven en direcciones opuestas", asegura el actor.
Para Coon una de las razones por las que no puede entenderse con su esposo es que ven la situación de una mujer en esa época de diferente manera, ya que ella busca seguridad para el futuro de su hija, como un instinto de supervivencia.
"También quiere que se sienta realizada y que tenga un propósito, porque creo que Bertha sabe lo que se siente al ver esa capacidad frustrada.
Anhela que su hija tenga un poder que ella no tuvo. Y por eso la eleva por encima de la sociedad neoyorquina de esta manera", agrega Coon.
Por su parte, en la vereda de enfrente, Baranski y Nixon han disfrutado mucho trabajar la nueva dinámica de las hermanas, ahora que la primera esta en la ruina y la segunda acaba de heredar una fortuna.
"Ya saben, la realeza cayendo del trono da para buenas historias, y deliciosos momentos cómicos. Nos hemos divertido mucho", comparte la ganadora del Emmy Baranski.
Nixon, quien también se encuentra en estos momentos repitiendo el papel de Miranda en And Just like That..., sabía desde la primera temporada el arco lo que tenían planeado para su personaje, de enamorarse, casarse y heredar para salvar a la familia.
"Deja de ser interesante ver a los personajes repetirse una y otra vez. Resulta muy divertido ponerlos en una situación completamente diferente y observarlos luchar e intentar fingir hasta lograr que funcionen.
Es como si un partido político estuviera en el poder por mucho tiempo y luego la oposición está a cargo y tiene que hacer que suceda todo aquello por lo que se han estado quejando", agrega Nixon.
Al personaje de Baranski no le queda más que juzgar las decisiones y movimientos de su hermana con su recién adquirido poder económico.
"Solo observo todo el tiempo, pensando: 'Así no se hace. Ay, no, no, cariño, así no se hace'. Así que sí, resulta delicioso" complementa Baranski.
La otra pieza del ajedrez para la temporada es la relación secreta que crece entre la sobrina de Ada y Agnes, Marian Brook (Louisa Jacobson) y el hijo de Bertha, Larry Russell (Harry Richardson).
El potencial de desastre al enfrentar el que se unan ambas familias puede ser mayúsculo, pero el actor tiene fe.
"Lo realmente especial de su relación es que primero tienen la oportunidad de crecer como amigos, algo que, en mi opinión, en aquella época no podía empezar antes de verse de manera romántica.
Creo que su dinámica está muy bien escrita, ya que empiezan con esa base de amistad y cariño antes de contemplar un romance", explica el galán.
La tercera temporada de La Edad Dorada consta de ocho capítulos que se estrenarán cada domingo.