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La presa internacional Falcón, vital para las comunidades fronterizas de Tamaulipas y Texas, se encuentra en una situación desesperada, operando a un alarmante 5.1% de su capacidad total y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) la declara técnicamente vacía.
Actualmente, la presa Falcón apenas retiene 352 millones de metros cúbicos de agua útil y de este volumen, solo 69 millones corresponden a México, mientras que 283 millones están designados para Estados Unidos, un contraste abismal con su capacidad total de 77,395 millones de metros cúbicos.
Paradójicamente, mientras la Falcón agoniza, otros embalses en Tamaulipas gozan de buena salud como lo son las presas Marte R. Gómez, Pedro J. Méndez, Emilio Portes Gil, Estudiante Ramiro Caballero, Sistema Lagunar Chairel, República Española y la Vicente Guerrero, cuyos niveles garantizan el abasto para el consumo humano y el riego agrícola.
La CONAGUA ha lanzado una seria advertencia: si no hay aportes significativos de agua en los próximos meses, el embalse quedará completamente seco, pero queda en el aire una pregunta: ¿Será suficiente la lluvia para evitar una crisis mayor?
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