A lo largo de las más de 8 horas del Festival Sonorama México, los asistentes pudieron acercarse a los wine bars. Crédito: Tomada de Instagram:@Sonorama

Cd. de México (27 abril 2025)

Desde 2019 no sonaba en la Ciudad el inconfundible electropop de La Casa Azul.

Cerca de las 23:30 del sábado, encabezando la segunda edición del Festival Sonorama México, Guille Milkyway apareció luciendo unos lentes tipo visor y unos audífonos grandes, mismos que le dieron la estética necesaria para iniciar con su éxito "No hay futuro".

No importó el cansancio de toda la jornada, 2,500 asistentes, de acuerdo con cifras oficiales, brincaron y se dejaron llevar a la "galaxia" que presentó Milkyway con "Los chicos hoy saltarán a la pista" y "Esta noche sólo cantan para mí", las cuales retumbaron por todo el recinto Sala Urbana en Naucalpan.

"Nunca vamos a poder devolver tanto amor", dijo con voz algo temblorosa y entrecortada el artista barcelonés, quien no dudó en mostrar su emoción ante los gritos de amor de su fanaticada.

Guille reflexionó también del origen de su proyecto musical, en cómo se veían lejos de la escena estelar pero que con el paso de los años, se lograron hacer de un lugar.

"Pensábamos cuando un concierto nos salía demasiado bien que todo tenía sentido", exclamó para dar paso a su canción "El momento más feliz".

En su segunda visita a la CDMX, La Casa Azul saldó su deuda de años de espera con el público mexicano. Apoyado de tres pantallas, la nostalgia se hizo presente en el repertorio que duró casi dos horas, con canciones que recorrieron sus primeros discos como "Tan simple como el amor", hasta llegar a su más reciente EP "Ahora o Nunca".

Otro de los artistas más esperados durante la jornada fue Nacho Vegas. El asturiano apareció en escena 45 minutos después del tiempo anunciado.

Con un estilo relajado y sus característicos lentes, inició un repertorio cargado de crítica social y política.

Con "Los años nuevos" inició la participación de Nacho, la cual se acompañó por las voces de los asistentes. "Un enorme placer estar aquí", soltó sonriente.

El cantante de 50 años hizo un reclamo al conflicto de Medio Oriente, "esas son las ciudades tristes", dijo antes de que sonara "Ciudad vampira".

En una mesa a su lado había una bandera de Palestina.

Una de sus canciones más aplaudidas fue "Lo que comen las brujas", el escenario se pintó de luces verdes y la gente no dejó de corear "olé olé olé, Nacho Nacho".

Para su canción "La última atrocidad", el también escritor asturiano tuvo como invitada a Miren Iza, mejor conocida como Tulsa.

A lo largo de las más de 8 horas del Festival Sonorama México, los asistentes pudieron acercarse a los wine bars de Ribera del Duero, incluso podían obtener una copa conmemorativa reutilizable por sólo 50 pesos.

En su segunda edición, Sonorama funcionó como una ventana tanto musical como enológica. Y aunque días antes el Festival se mantuvo en vilo por un repentino cambio de sede, a raíz de la tragedia en el Parque Bicentenario, toda duda se desvaneció cuando, muy puntual, Carlos Ann inauguró la velada tocando "Chica Underground".

Otros artistas españoles que participaron fueron Iván Ferreiro que, junto a su piano, regaló canciones como "El equilibrio es imposible" y "Extrema pobreza".

También hizo acto de presencia La Habitación Roja que, además de prometer volver para su 30 aniversario, regalaron un momento emotivo con su canción "Indestructibles" al dedicarla a la organización, a los asistentes y a los fotoperiodistas fallecidos por la caída de una estructura durante el Ceremonia 2025.

"Es una canción que habla de la vulnerabilidad humana", dijo su vocalista Jorge Martí.