Ma. Teresa Medina Marroquín
Orbe
Manuel Cavazos Lerma no vino a Victoria a ayudar a su partido el PRI, ni siquiera a animarlo de la situación tan deprimente por la que atraviesa, habiendo perdido todo sentido de dignidad y respeto propio.
De semejante individuo no nos extraña su actitud y su arrabalera forma de hablar en público, creyendo este ex gobernador que aún se encuentra en el poder; ya entonces ustedes se imaginarán cuando este sujeto “gobernaba” a Tamaulipas.
Se dice que siempre, en su despacho de Palacio de Gobierno, trataba de imitar al dictador César Augusto Pinochet, dando órdenes tronando los dedos a los integrantes de su gabinete y señalándoles sin palabras lo que debían de hacer.
¿Entonces vino a Victoria a lucirse y a desfogar sus tantas frustraciones y su negación a aceptar que el PRI ya no sólo es lo que fue, sino que ha caído tan bajo haciéndola de mandadero de partidos poderosos que por ahora controlan el poder?
Se dice que “Alito”, Alejandro Moreno, presidente de lo que medio queda del PRI, lanzó un alarido desde su oficina en la Ciudad de México: “¡Callen a ese animal!”
Luego de inmediato se ordenó el cese fulminante de Cavazos al cargo que venía desempeñando, y por el que se quejaba no le habían pagado un cinco desde enero de este 2025.
LA POBLACIÓN ESTÁ HARTA DE ESE TIPO DE MATERIALIDADES POLÍTICAS
Alzar la voz, como un verdadero animal irracional, y afirmar que la hermana del ex gobernador de Morelos y hoy diputado federal de Morena, Cuauhtémoc Blanco, “no está muy violable”, no es cuestión de risas ni aplausos, sino de nunca haber entendido que la ciudadanía ya está harta de las materialidades y concupiscencias políticas.
Me explico: a la gente no se le gana intentando retroceder a una repudiable cultura machista que durante milenios asoló a la humanidad.
Se le gana a la gente con reacciones de autocrítica, de que esta observe que esa clase política está enderezando el camino. Es cuando esa gente, en la profundidad de su conciencia devolverá la confianza y supondrá que todos esos grupos políticos ahora sí garantizarán el futuro que ya esta nación se merece.
Mientras tanto, padecer a este tipo de mamarrachos sólo nos confirma la intentona de estos sujetos y de ciertos grupos autoritarios que, ahora nos acordamos, son más rupestres que los peores hombres/bestias de las cavernas.
AMÉRICO NO HA DEJADO SOLOS A LOS REYNOSENSES, NI UN INSTANTE
Y a propósito de que ya por tantos años ha reinado en este país esa irracional materialidad política que si bien no podemos generalizar sus efectos, tampoco podemos decir que no es urgente derrumbar esa anomia (ausencia de ley) que, por culpa de los políticos, está destruyendo a México.
Viene a cuento esto por el nivel mental de ciertos gobernadores que ha tenido Tamaulipas.
Por lo pronto la vida nos revela quién es quién. Un gobernador originario de Ciudad Victoria, que es ni más ni menos el Dr. Américo Villarreal Anaya, no ha dejado solos a los reynosenses desde que la tromba que azotó a esa ciudad fronteriza dejó a una gran parte de su territorio bajo el agua.
Y no ha dejado ni un instante solo al pueblo de Reynosa porque este hombre, Américo Villarreal, se ha comprometido a gobernar para todas y todos los tamaulipecos.
Y eso es gobernar haciendo a un lado la crisis de liderazgos huecos; ahí tiene usted el caso de un gobernador con raíces en Reynosa que dejó sólo a Victoria, hasta se ensañó con ella, a pesar de ser la Capital de Tamaulipas donde obtuvo un fuerte apoyo electoral para arribar a Palacio de Gobierno.
La historia nos revela la decencia política de todos aquellos que han gobernado a Tamaulipas.
Y esa misma historia confirma que aun siendo muy azarosa la competencia política-electoral, a la hora de la hora Victoria es igual que Reynosa, y Reynosa igual que Victoria.
Todas y todos somos tamaulipecos. Y Américo es un personaje político que a todo mundo le sabe dar su lugar.
¡Deseándoles un día maravilloso!
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