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El envejecimiento de la población mexicana representa un reto en la implementación de políticas públicas que prevengan o atiendan el bienestar de las personas adultas mayores.
- Se calcula que un millón 300 mil personas en el País padece algún tipo de demencia, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geriatría y, de éstas, de 800 mil a 1 millón tienen enfermedad de Alzheimer.
- El Alzheimer provoca el deterioro de funciones mentales como la memoria, el lenguaje o la capacidad para tomar decisiones, lo que impacta en la vida independiente de quienes la presentan y de su familia, pues conforme avanza, la necesidad de cuidados aumenta y estos recaen, la mayoría de las veces, en familiares.
Aquí enlistamos cinco consejos que debes tener en cuenta si te conviertes en cuidador de un ser querido con demencia.
1. MANTÉN UNA VIDA SOCIAL
Las personas con demencia pueden sentirse incómodas o ansiosas ante rostros que no reconocen, y el estigma puede llevar a algunas familias a retirarse de la vida social.
- Pero volverse reclusivo puede empeorar la enfermedad, apunta Helen Kales, psiquiatra geriátrica de la Universidad de California. El aislamiento es capaz de acelerar el deterioro cognitivo e incluso expone a los cuidadores a un mayor riesgo de desarrollar demencia ellos mismos.
- Por esa razón, Kales recomienda que los pacientes y sus seres queridos sigan asistiendo a eventos sociales y probando cosas nuevas. "Si hay como ojos frescos para una situación y un respiro, eso beneficia a todos", dice.
2. ORGANIZA UN EQUIPO DE CUIDADORES
Muchos cuidadores principales se sienten reacios a imponer responsabilidades, y otros familiares y amigos pueden no saber cómo ayudar, apunta Laura N. Gitlin, científica del comportamiento de la Universidad de Drexel.
- Para solucionarlo, sugiere organizar una reunión y asignar papeles. Por ejemplo, un hermano podría planear llamar cada mañana o cada noche para preguntar cómo está la situación.
Si el familiar con demencia no contesta, podría asistir a verificar su bienestar.
- Nancy Goode, directora del Margaret Jo Hogg Alzheimer's Outreach Center de Albany, Georgia, que ofrece servicios de atención diurna para adultos y apoyo a los cuidadores, recomienda a los cuidadores que tengan al menos cinco personas a las que puedan llamar para pedir asistencia en caso de emergencia o para ayudar regularmente.
- Podría tratarse de un amigo que acepte hacer una visita algún día de la semana durante unas horas para que el cuidador pueda hacer otras cosas.
3. BUSCA LA AYUDA DE UN EXPERTO
Cuando a un familiar le diagnostican demencia, es difícil prever cómo cambiarán las necesidades del paciente a medida que avance la enfermedad, indica Gitlin.
- Por eso recomienda a los cuidadores que se reúnan con un experto, como un profesional de enfermería o trabajador social especialistas en casos geriátricos, que pueda evaluar la seguridad del hogar del paciente y valorar cuánto apoyo necesitará.
- Este tipo de asesoramiento no viene con el diagnóstico, señala, por lo que las familias tienen que buscarlo y pagarlo. "Parece sencillo", indica, "pero a nadie se le dan los conocimientos y habilidades que se necesitan".
4. APÓYATE EN LA TECNOLOGÍA
Las cámaras domésticas y los sensores de movimiento pueden ayudar a los parientes que viven lejos a controlar a los familiares con demencia.
- Por ejemplo, puede colocarse un dispositivo en el refrigerador o nevera para que haga sonar una alarma si no se abre la puerta durante algún tiempo; otro aparato pueden llevarlo consigo los pacientes para que envíe una alerta si se caen.
- Gitlin indica que es importante debatir los problemas de privacidad y seguridad de los datos al considerar este tipo de herramientas, que cada vez son más avanzadas y están más disponibles.
5. CUIDA DE TI
Las exigencias de atender a una persona con demencia pueden consumir tanto que muchos cuidadores descuidan su propia salud, señala Goode. "Están agotados", subraya.
"Están totalmente agotados".
- Goode apunta que los cuidadores suelen asumir todas las responsabilidades de ayudar a sus pacientes, y los anima a pedir ayuda para poder dedicar tiempo a sus propias citas médicas, al descanso y al bienestar.
- "Si no estás sano", dice Goode, "no puedes cuidar de ellos".