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Cd. de México
A una semana de comenzar el rodaje de Familia a la Deriva, donde Mauricio Ochmann interpreta a un hombre que intenta reconectar con sus hijos, el actor se abrió acerca de lo difícil que fue su niñez y el significado de ser un papá presente.
"El ser papá me da cierta experiencia (para el personaje), pero siempre me he llevado bien con los niños, yo creo que es por mi propia experiencia de vida, que me faltó ser niño, crecí muy rápido.
Tuve muchas responsabilidades desde muy pequeño y no viví esa etapa y de ahí viene este acercamiento tan profundo que siento", contó Ochmann, en entrevista.
El actor, de 47 años, padre de Lorenza y la pequeña Kailani, fruto de su relación con Aislinn Derbez, encontró en el filme dirigido por Alfonso Pineda Ulloa una oportunidad única para aproximar al público a las diferentes paternidades.
"Yo me tengo que enamorar del proyecto y sentí aquí la oportunidad de reflejar estas paternidades. Con Lorenza me tocó ser papá de fin de semana y con Kai soy más papá de tiempo completo, me resonó mucho porque uno puede decir que está con los hijos pero estar físicamente no te hace un papá presente", sostuvo.
En la cinta, Ochmann interpreta a Gonzalo Suárez, dueño de una agencia de autos usados que, tras tener una epifanía, busca recuperar el tiempo con sus cuatro hijos de dos matrimonios distintos.
"Es un personaje que se divide en mil partes para tratar de ser buen proveedor pero se le olvida ser papá y esta comedia se presta para que te rías en familia y te caigan veintes.
Poncho (el director) me está dando la oportunidad de meterle cositas muy sutiles a mi personaje que van a conectar con la gente", resaltó.
Gonzalo se embarcará en una aventura por el Caribe junto a sus hijos para crear recuerdos inolvidables, pero cuando un barco destartalado los deja a la deriva, Claudio (Memo Villegas) el mecánico de su agencia, lo intentará ayudar de manera encubierta.
"Es algo con lo que estoy familiarizado, con estos personajes secundarios que llegan a ponerle un poco de comedia, de pimienta al protagónico. Es el amigo que siempre está dando consejos, que cuida a los hijos como si fueran suyos.
"Son esos momentos en los que puedo jugar, me gusta mucho improvisar y me siento muy seguro haciéndolo", agregó Villegas.
Entre comedia y emoción, Familia a la Derivabusca dejar un mensaje sobre segundas oportunidades, la importancia del tiempo compartido y la unión familiar, donde la mancuerna de Ochmann y Villegas marca un punto clave.
Prefieren la comedia
Con éxitos comerciales como Papá o Mamá, Ochmann señaló que la comedia siempre ha funcionado como punto de reflexión y de entretenimiento.
"Me siento agradecido de que los proyectos en los que he estado se hayan convertido en éxitos taquilleros y que estén en el gusto del público.
Más allá de generar una presión en mí, disfruto de mi trabajo.
"Pero este proyecto me parece muy especial y sé que se convertirá en uno de esos. Además de que llevaba tiempo queriendo trabajar con Memo y por fin se nos dio", consideró Mauricio.
El intérprete, que saltó a la fama con la serie El Chema, donde da vida a un narcotraficante, busca acercarse más a la comedia, donde pueda mandar mensajes más sanos.
"No quiero mandar un mensaje erróneo del crimen organizado, no puedo hacer que esto sea aspiracional porque el mensaje real no es ese. Yo puedo ser el malo de la historia pero cuando el mensaje del proyecto es congruente", remató.
Sin miedo a encasillarse
Villegas, también conocido por proyectos como Backdoor o Sobreviviendo Mis XV, reveló que no le tiene miedo a que lo encasillen en los personajes cómicos.
"Estoy en el momento de divertirme y de disfrutarlo. Al principio quieres quedar bien, el ambiente de set no es tan amable para la gente nueva. Cuando te conviertes en una figura se vuelve más fácil.
Ahora en la otra cara de la moneda me siento muy a gusto y lo disfruto.
"Encasillarme es algo que ni siquiera puedo decidir, pero siempre disfruto la comedia", resaltó.