Estas personas que aparecen en las gráficas no están imposibilitadas para trabajar y sin embargo ¡abusan de la buena voluntad de las familias engañando a los ciudadanos con la triquiñuela de que están incapacitados! Y solo bastó esperarlos a que terminaran de pedir caridad a los automovilistas y transeúntes para darles seguimiento y constatar que, efectivamente, no tienen ninguna imposibilidad para laborar y que están en perfectas condiciones físicas para desarrollar un trabajo y peor aún, después de pedir caridad utilizan el dinero en sus gustos, (cigarros etc).

Estás personas utilizan sus argucias para burlar el buen corazón de quienes en verdad se solidarizan ante la desgracia de terceros.