Una persona con diabetes puede tener enfermedad renal crónica (ERC) y no desarrollar ninguna molestia en 10 años.

Síntomas como falta de aire, fatiga o náuseas pueden aparecer hasta que sus riñones funcionen apenas un 15 por ciento o menos. Para entonces, el padecimiento ya es terminal.

Se necesitará un tratamiento de hemodiálisis o diálisis, usado como puente en lo que llega la posibilidad de un trasplante de riñón.

La ERC se ha convertido en el padecimiento silencioso de la actualidad. Y va en aumento.

Las unidades de hemodiálisis de hospitales públicos y privados lucen llenas ante el incremento de personas diagnosticadas en etapas tardías en los últimos años, coinciden nefrólogos consultados.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

Es la pérdida gradual de la función renal, que afecta al organismo ya que los riñones son los encargados de filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, eliminándolos en la orina.

No lo saben...

El panorama no es alentador porque los principales factores de riesgo para desarrollar ERC es padecer diabetes o hipertensión, comorbilidades ligadas a la obesidad, considerada la nueva epidemia en México y otros países.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre Covid-19, en México un 14.9 de la población adulta tenía un diagnostico de enfermedad renal.

Pero la cifra puede ser mayor.

Mara Olivo, jefa de Servicio de Nefrología del Hospital Universitario, explica que, de acuerdo con estimaciones internacionales, hasta más del 90 por ciento de las personas con ERC desconoce que tiene el padecimiento.

"Un porcentaje mayor del 80 por ciento de los pacientes con diabetes desarrollan enfermedad renal crónica, pero de ese porcentaje no todos llegan a una enfermedad renal crónica terminal", indica.

"Si la causa de la enfermedad renal crónica fue diabetes o hipertensión, habitualmente se tiene un curso silencioso, progresivo, pero a lo largo de años, estamos hablando de 10 años o más (para que presente síntomas)".

Hasta las etapas cuatro o cinco de la enfermedad, las personas tienen síntomas como hinchazón en pies, fatiga, ataque al estado general, náuseas, vómito, diarrea, comezón en piel y falta de aire.

La nefróloga Olivo señala que aunque los principales factores de riesgo para la ERC es la diabetes o hipertensión, también la pueden desarrollar personas con tabaquismo o con antecedentes de litiasis renal o uso de nefrotóxicos (sustancias dañinas para el riñón).

Además, aquellos con antecedentes familiares de enfermedad renal crónica.

El Hospital Universitario ha tenido en los últimos años un aumento considerable en pacientes de entre 48 y 55 años diagnosticados en etapa avanzadas de ERC.

"El problema es que el paciente aunque tenga diabetes, hipertensión, se siente bien y damos por hecho que todo está bien, pero no", dice Olivo.

"De hecho, la mayor parte de los pacientes desarrollan nefropatías sin tener absolutamente ningún síntoma".

En el 2021, indica el INEGI, la diabetes fue la tercera causa de muerte en el País, detrás del Covid y enfermedades del corazón.

Se estima que en México cerca de 12 millones 400 mil personas padecen diabetes.

Para prevenir

Una persona con diabetes o hipertensión debe realizarse cada año una serie de pruebas llamadas química sanguínea y un examen general de orina.

"En la química sanguínea podemos ver el valor de creatinina, que es lo que habitualmente se puede llegar a elevar cuando hay una falla del riñón", sostiene la jefa del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario.

"En el examen general de orina podemos ver proteínas en la orina, de tal forma que si hay estas dos alteraciones bioquímicas podemos hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad renal, identificar cuáles son los factores de riesgo del paciente y de esta forma tratar de atacar estos factores de riesgo para evitar que la enfermedad renal progrese", agrega la nefróloga Olivo.

Trasplante o tratamiento

Andrés de la Torre, nefrólogo en el Hospital Zambrano Hellion TecSalud, detalla que los pacientes inician con hemodiálisis o diálisis cuando los riñones tienen un funcionamiento por abajo del 15 por ciento.

"El trasplante es lo ideal (en esos casos), de hecho la diálisis o hemodiálisis se deben de considerar como una terapia puente", señala.

"Es por mientras que se consigue el donador o está en lista de espera o se controla cierto factor que nos esté impidiendo el trasplante, pero idealmente el objetivo es trasplantarse".

Si la persona fuera diagnosticada en las primeras etapas de la enfermedad, agrega, recibiría un tratamiento con nuevos fármacos que han arrojado buenos resultados para evitar o disminuir el progreso del padecimiento, permitiendo tener una buena calidad de vida.

"Este espectro de la enfermedad es muy amplio, por ejemplo, hay pacientes que viven con enfermedad del riñón toda su vida o que si no se controlan avanzan muy rápido", agrega De la Torre.

Ante esto, el llamado urgente es a una detección temprana y a mantener un control de la glucosa, si tienes diabetes, y de la presión arterial.