Rosa Marina N., de 25 años, fue vinculada a proceso por la muerte de su hijo de 8 años. Foto: Especial (ROSTRO CUBIERTO POR LA AUTORIDAD)

Monterrey, México(30 enero 2023).- Tras llevarse a cabo la audiencia donde se investiga la muerte a golpes de un menor de 8 años, en Juárez, la madre de la víctima fue vinculada a proceso por el juez de control que lleva el caso.

Mediante una tarjeta informativa la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos Contra las Mujeres, la cual atrajo la investigación, identificó a la ahora investigada como Rosa Marina N., de 25 años.

La mujer, de acuerdo a lo que mencionó la autoridad en el mismo documento, es investigada por los delitos de homicidio calificado, violencia familiar y equiparable a la violencia familiar, al igual que su pareja de nombre Antonio N., de 29 años.

Al término de la audiencia, el Juez valoró suficientes los motivos expuestos por el Agente del Ministerio Público Investigador y dictó en su contra auto de vinculación a proceso por homicidio calificado y violencia familiar.

Además, impuso medida cautelar de prisión preventiva oficiosa y fijó plazo de dos meses para cierre de investigación complementaria.

El pasado 25 de enero de 2023, un Juez de Control vinculó a proceso por los delitos de Homicidio Calificado y Equiparable a la Violencia familiar, a Antonio, pareja de Rosa Marina y padre del niño, ahora occiso, quien actualmente permanece internado en un Centro de Reincersión Social Estatal.

Ambos son considerados por la autoridad probables responsables de la muerte violenta y de la violencia familiar hacia su hijo de 8 años y de identidad protegida con las siglas B.O.

La agresión que terminó con la vida del niño, se registró el pasado 22 enero del 2023 en un domicilio ubicado en la calle Orvija, de la Colonia Valle de Santa Isabel, en Juárez.

Aunque el menor fue llevado en busca de auxilio médico, el día 24 del mismos mes y año falleció en instalaciones del Hospital Materno Infantil, en Guadalupe.

La mujer fue considerada como implicada en el crimen al saber de la conducta agresiva de su pareja en contra del niño, ignorando aún así el deber de cuidado que tenía en beneficio del menor, que ella y su pareja tenían la obligación de garantizar un desarrollo integral, el derecho a una vida libre de violencia y a la protección de su salud.

Pese a que la mujer se dio cuenta de las múltiples agresiones de las cuales fue víctima su hijo, no hizo nada para evitarlo, o en su caso para que el niño recibiera atención médica adecuada y oportuna.