'Cabecita', Damm y Araujo fueron presentados en el Estadio Azteca. Foto: José Luis Ramírez

Rodríguez vuelve al futbol mexicano para enfundarse en la camiseta azulcrema. Foto: José Luis Ramírez

Cd. de México

(05 julio 2022)

Jonathan Rodríguez y Néstor Araujo regalaron balones autografiados y Jürgen Damm hasta los botines obsequió, durante su presentación como refuerzos del América en el Estadio Azteca.

Doce mil aficionados, desde niños hasta adultos mayores, acudieron a la casa de sus Águilas para dar la bienvenida a los futbolistas y, después, arropar a los jugadores en el entrenamiento abierto al público.

A partir de las 8:00 horas los fans ingresaron al Coloso de Santa Úrsula para cobijar, y dejarse consentir, por los azulcremas.

"Cabecita", Araujo y Damm ingresaron a la cancha, entre juegos pirotécnicos.

Jürgen advirtió que viene por la estrella 14 y después aprovechó la vitrina para ganarse a los aficionados, tan veloz en esa reacción como cuando escapa por el extremo derecho.

El seleccionado uruguayo Rodríguez fue el más ovacionado por la gente que llenó la parte baja de las cabeceras y la zona lateral que no es VIP.

En redes sociales, suman miles de likes los videos en los que muestra su definición, ya enfundado con el jersey de las Águilas.

Al filo de las 10:00 horas, los jugadores practicaron de cara al juego del sábado contra Monterrey en el Estadio BBVA.

Se trata del enfrentamiento entre las dos plantillas más caras de la Liga MX. En los rondos (el llamado "torito") se notó la intensidad que ha caracterizado la etapa de Fernando Ortiz como técnico del primer equipo.

Cada futbolista fue vitoreado y respondió con aplausos hacia los asistentes.

"¡Layún!, un saludo..." "olé, olé, olé, olé, Memo, Memo", corearon los asistentes, ávidos de llamar la atención.

"Son refuerzos y jugadores con cierto reconocimiento y prestigio, así que esperamos que vengan a aportar al América más que lo que han hecho en otros equipos", comentó Óscar, un aficionado que acudió con su esposa y dos hijos desde Nicolás Romero, en el Estado de México, sede en la que emprendieron a las 6:30 horas el viaje hacia el Azteca para vitorear a los jugadores.