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No normalices la tortura

Las mujeres son prácticamente torturadas mes con mes porque es una enfermedad que no para y que se alimenta de las propias hormonas femeninas
lunes, 16 de mayo de 2022
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Agencia/Reforma

La paciente de 14 años de edad llega al consultorio de la o el ginecólogo, hablándole del terrible dolor pélvico que experimenta.

No es una molestia cualquiera: cada vez que menstrúa le afecta un dolor incapacitante, sufre desmayos en la escuela, sangra al grado de manchar su ropa, vomita, no desea hacer nada y constantemente tiene la necesidad de tomar analgésicos.

Esta escena, común en la práctica médica, apuntaría a un diagnóstico de endometriosis, señala Hugo Mauricio Vázquez, ginecólogo oncólogo, especialista en cirugía robótica y laparoscópica de alta especialidad.

"Las mujeres son prácticamente torturadas mes con mes porque es una enfermedad que no para y que se alimenta de las propias hormonas femeninas", explica el médico.

También puede decirse que tiene alta prevalencia: más de 176 millones de mujeres en el mundo la padecen. De hecho, a nivel global 1 de cada 10 mujeres en etapa reproductiva (generalmente de 15 a 49 años de edad) puede ser diagnosticada con el trastorno.

"Para entender qué es la endometriosis me parece importante saber primero qué es el endometrio: es un tejido que tapiza el interior del útero", ahonda Vázquez.

"Es como una alfombra que mes con mes, gracias a las hormonas, se hace gruesa. En caso de embarazo, permite que se implante el bebé; en caso contrario, se desprende y llega la menstruación".

La endometriosis, continúa, aparece cuando dicho recubrimiento sale de la matriz, sembrándose en otros órganos o tejidos: desde los ovarios hasta las trompas de Falopio, el diafragma, el intestino, el riñón, la vejiga, el colon o hasta el pulmón.

Puesto que el endometrio reacciona a las hormonas, llegando hasta el sangrado menstrual, el resultado de esta anormalidad es el dolor acentuado cada vez que vienen aquellos "días del mes" y la inflamación que genera cicatrices internas.

El ginecólogo oncólogo Vázquez señala que la causa de la enfermedad es desconocida, pero de algo sí está convencida la comunidad médica: ninguna mujer debe normalizar un dolor tan incapacitante.

Es necesario acudir con el especialista.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Las y los médicos batallan para llegar al diagnóstico de endometriosis por dos factores principales, afirma Vázquez.

El primero es que casi la mitad de las mujeres con el padecimiento son asintomáticas, es decir, no reportan molestias. La segunda, añade, es la normalización de los signos.

"Las familiares de la paciente le pueden decir que el dolor de la menstruación pasa, que esté tranquila. Ella lo normaliza, pero llega a mi consultorio y dice que, desde hace seis años, de los 28 días del ciclo sangra 16.

Eso no es normal".

Un experto sospecha endometriosis cuando observa una serie de pistas, afirma el médico: la afectada está en edad reproductiva, presenta dolor pélvico todo el tiempo, o bien, éste se exacerba con la menstruación.

Además, le duele al orinar, evacuar o tener relaciones íntimas, molestias que también coinciden con el periodo.

Determinar que ella padece endometriosis también es complicado porque, en ocasiones, los doctores buscan las causas del dolor en los órganos o tejidos afectados.

Es decir, buscan padecimientos propios de los ovarios o el intestino, por ejemplo, en vez de sospechar endometriosis en primer lugar.

Tampoco existe un estudio radiológico que lleve al diagnóstico con certeza del 100 por ciento.

Sin embargo, los especialistas pueden aproximarse a la detección con el apoyo de ultrasonidos (endovaginal, de ser posible) o la resonancia magnética nuclear con contraste.

La prueba definitiva la brinda una biopsia, apunta Vázquez.

UNA BUENA NOTICIA

La enfermedad afecta la calidad de vida de la mujer: el dolor la lleva a faltar al trabajo, depende de los analgésicos, no puede usar la ropa que quiere porque existe el riesgo de mancharla y es difícil tener relaciones con la pareja.

Aparte, cerca de la mitad de las afectadas termina con problemas de infertilidad.

Lamentablemente aún no existe cura definitiva para el trastorno, sin embargo, hay formas de ayudar a la paciente, asegura el ginecólogo oncólogo.

"La piedra angular del tratamiento es la resección de la enfermedad, o sea, el cirujano entra y hace una limpieza de las lesiones que deja (el trastorno).

Esto ayuda mucho, pero ojo: debe ser un médico dedicado a tratar endometriosis", indica.

"Puesto que (el padecimiento) depende de las hormonas y la mujer constantemente las produce, con el transcurso de los meses o los años el problema volverá.

Por esto, aparte del esfuerzo quirúrgico, vamos a recetar medicamentos antiinflamatorios y hormonales".

Incluso, dependiendo del estado reproductivo de la persona y la severidad del caso, el especialista puede prescribir fármacos que bloquearán dichas hormonas.

La meta es que ella recupere su calidad de vida.

 

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