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Sobrepeso, deportes y ciertas prácticas pueden afectar las rodillas y causar dolor. Pero existen distintas formas de prevención y tratamiento.
El desgaste de los meniscos y del cartílago, referido por los especialistas como osteoartrosis o artritis hipertrófica, suele ocurrir de manera silenciosa e inadvertida.
Entonces, cuando hay dolor es que el hueso ya está siendo afectado; quiere decir que el cartílago está parcial o totalmente desgastado.
Por ello, puede doler la rodilla durante la temporada de bajas temperaturas, pues al no haber más cartílago el hueso se enfría y causa molestia.
Origen del desgaste
Las causas pueden ir desde algo tan común como sentarse inadecuadamente -cruzando la pierna y colocando una rodilla sobre otra- y abusar del uso de tacones muy altos hasta por realizar trabajos en los que se debe cargar mucho peso.
Además de ello, puede ser por:
- Sobrepeso y obesidad
Estudios de biomecánica han calculado que la rodilla resiente al doble cada kilo por encima del peso ideal.
Perder peso restará estrés a las articulaciones, evitando el desgaste temprano del cartílago.
Por ello se recomienda:
- Seguir una alimentación balanceada
- Realizarse un chequeo médico para determinar si existe ya algún problema
- Activación física, preferentemente que no involucre estrés en las articulaciones, como natación, bicicleta, elíptica o remo.
- La edad
Los años también son enemigos de las articulaciones; conforme pasa el tiempo, el cartílago se va desgastando, por lo que es muy probable que al llegar a la tercera edad las rodillas empiecen a dar molestias, acentuadas por largos periodos de inmovilidad.
Aunque, ojo, mayor edad no es sinónimo inherente de dolor.
Síntomas y tratamiento
Los especialistas recomiendan visitar al médico si hay con frecuencia:
- Inflamación
- Dolor
- Chasquidos
- Dificultad para levantarse o para andar continuamente
Si bien el cartílago no se puede regenerar, la osteoartrosis puede controlarse y atenderse eficazmente por varias vías.
- Fisioterapia
- Antiinflamatorios y analgésicos para disminuir dolor e inflamación
- Condroprotectores, medicamentos específicos para la artrosis, como la glucosamina
- Infiltraciones de esteroides y ácido hialurónico, que forman una especie de cicatriz sobre el cartílago dañado.
- Cirugía de reemplazo articular
Fuente: Dr. Jorge Yair Álvarez Ojeda, ortopedista y traumatólogo