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El amor, a veces, no es como lo pintan

Estamos hechos para vivir en comunidad y con varios lazos afectivos.
miércoles, 16 de febrero de 2022
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Agencia/Reforma

Todos lo han visto en películas o leído en libros: dos personas caen perdidamente enamoradas y, tras unos cuantos conflictos, pasan el resto de sus vidas en maravillosa armonía, pues nada ni nadie es capaz de detener el amor verdadero.

Lo cierto es que dichas historias están lejos de la realidad, expresan especialistas en terapia de familia y pareja.

"Existen muchas ideas codificadas en los medios y en tradiciones que no nos hemos detenido a cuestionar o repensar que nos dan ideales rígidos sobre las relaciones de pareja.

De hecho, en mi consulta veo que muchos conflictos surgen porque las parejas tienen expectativas incompatibles con la realidad", dice el psicoterapeuta José Luis Leal.

Esto tampoco quiere decir que tener un romance exitoso sea imposible. Simplemente significa que el éxito requiere esfuerzo y compromiso, complementa la psicoterapeuta Sanjuana Gómez.

"Aquí el tema es cómo hacer que las expectativas sean lo más cercano a la realidad y que pensemos que la persona con la que en un momento podemos formar una pareja es un ser humano con defectos, virtudes y cualidades", indica la también docente de la UDEM.

Hoy los expertos desmitifican cinco concepciones comunes sobre amar y comparten claves para construir un futuro juntos.

1 EXISTE EL PRÍNCIPE AZUL

Esto es falso por un simple hecho: tener una relación amorosa es un proceso de descubrimiento personal y compartido, advierte la psicoterapeuta Gómez.

"(En una relación) vamos a encontrar historias, experiencias, valores, formas de ver al mundo y la vida que no necesariamente van a ser iguales a las que nosotros tenemos.

Entonces, podemos ser maduros y entender que las personas son eso: personas, y por lo tanto hay que conocerlas. Esto les quita la etiqueta de príncipes o princesas".

Para romper el mito, el psicólogo Leal también propone un "cambio de chip", donde el otro no es 100 por ciento perfecto, pero sí complementario.

"Efectivamente, existe alguien con quien podemos construir y compartir una vida real, no de fantasía. Los invito a tener presente que todas las relaciones entre humanos son retadoras, y un buen punto de inicio es conocernos a nosotros mismos y conocer a nuestras parejas, teniendo en cuenta las propias limitaciones".

2 TENGO QUE HACER TODO CON MI PAREJA

La creencia no es verdadera ni sana porque borra la individualidad de cada miembro de la relación, advierte la docente de la UDEM.

"Si dejo de pensar o de interesarme en mis cuestiones y las cosas que hago en la individualidad porque me voy a formar en pareja, dejo de ser yo", dice.

El psicoterapeuta Leal coincide: es inviable suponer que la llamada media naranja debe estar disponible para todas las actividades, desde ir al cine hasta trabajar.

En vez, es necesaria la red de apoyo que contribuya a cubrir las diversas necesidades del individuo.

Así, cuando alguien esté enojada o triste, o bien tenga ganas de salir a divertirse no dependerá exclusivamente del ser amado.

"Necesitamos familias, amigos, relaciones de trabajo, un mundo propio con nuestros intereses, nuestras actividades, nuestros hobbies. Es dentro de esto que empezamos a ver qué específicamente vamos a compartir con la pareja.

No es sencillo, pero debemos ir encontrando el balance entre lo que hacemos juntos y lo que hacemos por separado".

3 VIVIREMOS FELICES PARA SIEMPRE

Esta frase solamente funciona en los cuentos de hadas.

"Vivieron felices para siempre es nada más el punto y aparte para el capítulo que sigue (a la boda, o a comenzar a vivir juntos). Ese siguiente capítulo es el capítulo de acuerdos, tolerancia, comunicación, revisión de normas y de reglas sobre lo que vamos a hacer.

Es una negociación continua, con los respectivos altibajos", apunta Gómez.

El problema con el mito es que sugiere el fin de todos los conflictos cuando dos enamorados comienzan una vida juntos, complementa Leal. Lo cierto es que con el paso de los años habrá discusiones.

Es lo esperado y hasta lo normal.

"Estas personas van a tener que tomar decisiones importantes: qué van a hacer con su dinero, cómo van a manejar las relaciones con el resto de la familia, dónde van a vivir, si quieren tener hijos, y si los tienen con qué valores los van a criar", dice.

Todas las trascendentales decisiones pueden ser puntos de tensión entre los dos, pero ellos podrán hallar las soluciones no si evitan las peleas, sino si aprenden a comunicarse mejor durante las discusiones.

"La base es conocerse bien el uno al otro y hallar espacios para platicar en tranquilidad. No se trata de que sea un tema de a ver quién tiene la razón, sino de cómo estos individuos con visiones diferentes pero complementarias encuentran caminos donde nadie sienta que está sacrificando de más".

4 EL AMOR TODO LO ARREGLA

"El amor es sólo uno de los ingredientes que necesitamos para vivir en pareja", expresa la terapeuta Gómez. "Quizá es el más emotivo o el más soñado, pero no es el único".

El amor sale por la ventana en una relación donde no hay respeto a las ideas del otro, no existe la tolerancia o alguien solamente quiere que las cosas se hagan a su manera mientras ignora las opiniones de la pareja, ahonda.

"No es verdad que el amor todo lo puede, ni tampoco tendría por qué poderlo todo. El amor sí tiene que estar condicionado a que la otra persona te respete, te trate bien, a que te sientas segura o seguro", añade Leal.

El terapeuta de parejas llama a la alerta:

"Ninguna relación sana nos tiene que poner en peligro. Un antídoto (contra el mito de que el amor todo lo soluciona) es tomar en cuenta que ninguna relación sana nos tiene que poner en peligro.

Hay que reaccionar desde que pasa algo en el noviazgo donde uno se siente intranquilo".

5 NO PUEDO SER FELIZ SI NO TENGO PAREJA

La idea es errónea porque olvida el hecho de que la pareja es sólo una de las múltiples relaciones de la vida, apunta Leal.

"Sí puede ser que alguien anhele tener novio o novia, esposo o esposa, y se sienta insatisfecho por no tenerlo. Hay que darle cabida a esos sentimientos, pero también saber que la vida no puede estar determinada por si se está o no en pareja", comparte.

"(Lo anterior) significaría que todo el propósito de la existencia queda depositado en una persona, y eso es un peso simplemente insostenible".

El experto en terapia de pareja reconoce que los solteros enfrentan fuertes presiones sociales. Después de todo, asevera, no faltan comentarios como "¿por qué no tienes novio?".

Pero la clave para deshacerse del mito es comprender los múltiples factores de la felicidad, menciona.

"En el bienestar también entran objetivos profesionales, hobbies, sueños. Estamos hechos para vivir en comunidad y con varios lazos afectivos.

Entonces, debemos quitarle la primacía al vínculo de la relación en pareja en particular".

 

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