Elma Edith, de 34 años, fue detenida mediante una orden de aprehensión por los delitos de robo calificado, robo y equiparable al robo. Foto:

Monterrey, México(22 octubre 2021).- Un Juez de Control determinó anoche procesar penalmente y mantener en prisión preventiva a la mujer detenida el lunes por contactar por Tinder a hombres, a quienes en una cita privada drogaba con gotas para robarlos.

Elma Edith, de 34 años, deberá permanecer en las celdas del Centro de Reinserción Social Femenil del Estado, mientras se desahoga el proceso y se le dicta sentencia.

Desde la cárcel, la mujer enfrentará un proceso por los delitos de robo calificado y equiparable al robo, por tres casos.

El juez consideró que con base en las pruebas aportadas por el Ministerio Público, Elma Edith es la probable responsable del robo a un hombre cometido el 19 de junio de este año, en una cada de la colonia Residencial El Roble, en San Nicolás.

De ese domicilio presuntamente se llevó dos celulares, un anillo de graduación, una esclava y una cadena de oro, así como una disposición de una tarjeta de 5 mil 300 pesos.

También se le atribuyó su implicación en un primer robo que cometió el 13 de junio del año pasado, en una casa de la Avenida Central, en la Colonia Chapultepec, también, en San Nicolás.

Se le acusó de apoderarse se 43 mil Pesos en efectivo, y también haber dispuesto de la 40 mil 612 Pesos, monto que fue en cargos a tarjeta de débito.

Presuntamente también se apoderó de una cadena de oro.

El tercer caso en el que presuntamente Edith está involucrada es uno del 11 de agosto de 2021, en Avenida Las Puentes, Colonia Las Puentes, en San Nicolás, donde logró obtener 55 mil pesos que cargó a una tarjeta de débito.

El Ministerio Público estableció que la procesada tenía una muy definida forma de operar.

Se descubrió que contactaba a los hombres mediante la red social Tinder, luego le pedía una cita en un lugar público, o en su domicilio, donde les pedía le invitaran una bebida.

Los distraía, les aplicaba gotas de Diazepam y/o Clonazepam en su bebida, y luego llamaba a un cómplice para que acudiera hasta donde estaba.

En el tiempo que tardaba en llegar el cómplice, las víctimas empezaban a marearse y la mujer aprovechaba para obtener información como el NIP de las tarjetas de débito que traían.

Cuando el afectado perdía el conocimiento lo despojaban de sus pertenencias, joyas, tarjetas y otros objetos de valor.

Luego se iba a tiendas de conveniencia a realizar compras y disposiciones con las tarjetas.