Al igual que Diego Ventura, Julián López "El Juli" cortó dos orejas. Foto: Cortesía Toros Movistar

Cd. de México

(02 mayo 2021)

Hoy Las Ventas de Madrid volvieron a abrir sus puertas después de un año y medio de haber celebrado su último festejo taurino, pero lo mejor, volvió a vibrar con la emoción de la fiesta brava en su triunfal reactivación con un festival taurino en el que los triunfos más destacados fueron de Julián López "El Juli" y Diego Ventura cortando dos orejas cada uno.

"Ha sido uno de los días más felices para los taurinos sin duda. Volvió a abrir mi plaza que es lo que más quiero en el mundo.

Hubo toros buenos, faenas de recuerdo y, sobre todo, buena voluntad para que esto vuelva a tomar su cauce", afirmó, vía telefónica, Juanma Bajo, un aficionado con 30 años de ver toros en la capital española.

Había emoción, desde luego, medidas sanitarias ejemplares, con sana distancia en los tendidos e ingresos escalonados por horarios de los seis mil aficionados -todos con cubreboca- que representan el 40% del aforo total del coso de la capital española.

Emociones desde el inicio, la ovación durante el paseíllo, el sentimiento del minuto de silencio aunque no lo fue total pues tuvo como fondo las notas del Himno Nacional de España.

El rejoneador Diego Ventura abrió plaza con "Montecillo" de la ganadería de "El Capea" (Pedro Gutiérrez Moya, torero español consentido del público mexicano) y realizó una faena emocionante, de tiempos y distancias, con mucho temple de sus cabalgaduras y asertividad al clavar los rejones y banderillas.

El toro fue extraordinario, bravo, noble y emotivo. Ventura, muy torero, llegó a ejecutar las suertes inclusive sin el cabezal y la rienda de uno de sus caballos.

Selló su magistral faena con un certero rejón de muerte y la petición mayoritaria de trofeos llevó al presidente (juez de plaza) conceder las primeras dos orejas.

Mal inicio tuvo la actuación del maestro valenciano Enrique Ponce, pues el astado que le correspondió de la ganadería de Juan pedro Domecq fue débil, lo sustituyó otro de la misma procedencia que también fue devuelto por lo mismo, en un hecho pocas veces visto.

Fue el toro "Mariposo" de "El Capea" el que sustituyó y aunque las embestidas no fueron muy definidas, Enrique tuvo momentos de ese arte que atesora que no estuvo exento de buena técnica para construir una faena meritoria.

Tardó en matar y tras escuchar un aviso con división de opiniones se fue el valenciano al callejón.

Precioso saludo capotero de Julián López "El Juli" con "Picante" de Garcigrande al que le instrumentó una bella media verónica.

La del madrileño fue una faena realmente emocionante con un toro bravo y con clase que se rindió ante la difícil facilidad de Julián para torear.

Variada, templada, estructurada, en fin, una labor interesante por demás que remató de un estoconazo lo que le valió cortar dos orejas sin discusión.

Al toro le ovacionaron en el arrastre.

Con José María Manzanares continuó la tarde al lidiar a "Jabaleño" de Victoriano del Río que fue áspero, con embestidas bruscas y siempre sabiendo qué dejaba por atrás.

Sin embargo Manzanares estuvo valiente, entregado y logró muletazos de mucho mérito. Certero estuvo al matar y terminó por cortar una oreja.

Con vistosidad Miguel Ángel Perera toreó por chicuelinas al inicio del quinto toro del festejo que correspondió a la ganadería de Fuente Ymbro.

Este torero extremeño, que ha abierto la Puerta Grande de Las Ventas en seis ocasiones, brindó al público su faena en la que estuvo muy firme con el toro desde el inicio con un escalofriante péndulo de rodillas.

Luego hubo mando y temple en los muletazos que coreó el público venteño. Una faena de buen calado que le valió cortar una merecida oreja.

El sexto "Rugidor" de Vegahermosa fue para Paco Ureña quien consiguió muletazos largos y templados aunque el astado nunca terminó por entregarse del todo.

Fue aplaudido el torero.

El honor de cerrar la tarde al lado de las figuras del toreo fue para Guillermo García, novillero de la Escuela Taurina de Madrid, con un novillo del Parralejo al que toreó bellamente con el capote.

Un detallazo fue el brindis de su faena el cual dedicó a sus alternantes lo que provocó la ovación del público. Bien estuvo con la muleta, toreando templado, sobre todo, aunque fue revolcado sin consecuencias serias.

Mostró buen concepto y gustó a los aficionados, también por su valor. Tras un pinchazo dejó una buena estocada que le valió una oreja.