Monterrey, México (25 abril 2021).- Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que la inflación es transitoria, la realidad que sufren los regiomontanos al hacer sus compras básicas arroja otros datos: la carestía es muy alta y se quedará un buen rato.

En los últimos 12 meses, los precios de una canasta superbásica, integrada por huevo, frijol, tortilla, leche y pan blanco, han sufrido constantes aumentos al grado de que sólo el alza del pan blanco, del 42 por ciento, supera ya en siete veces la inflación general anual del 6.05 por ciento reportada por el Inegi de la primera quincena de abril.

Esto de acuerdo con un sondeo de EL NORTE de precios en tiendas, apoyado con datos históricos de Profeco, Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) y cadenas de autoservicio.

"No se ve que sea transitoria (la inflación)", aseguró Juan Carlos Anaya Castellanos, director de GCMA.

Las cifras detallan el enorme golpe al bolsillo y cómo rebasan por mucho la última cifra de inflación anual reportada por el Inegi, pese a que es la más alta desde principios del 2017.

En el área metropolitana de Monterrey, por ejemplo, el pan blanco, en las cadenas de autoservicio, en un año subió 42 por ciento y hoy cuesta 2.06 pesos la pieza, mientras que en las panaderías de barrio es aún más alto, 3 pesos la pieza.

La bolsa de 900 gramos de frijol pinto cotiza en cadenas de autoservicio en un valor promedio de 28.85 pesos, 25.5 por ciento más caro que hace un año.

Y en las tienditas el alza es aún mayor: 38 por ciento.

La tapa de huevos con 30 piezas, vendida en autoservicios y de marca propia, subió hasta 69.90 pesos, 27 por ciento más que hace un año.

La leche en las colonias registra un precio promedio de 23.65 pesos el litro de ultrapasteurizada, lo que es 15.4 por ciento más.

Una de las principales razones de estas alzas tiene que ver con el encarecimiento de los granos a nivel global que, a su vez impacta en los costos de la carne y productos agroindustriales.

Otras razones son el alza de los combustibles, la menor oferta de otros cultivos provocada por efectos climáticos y una mayor demanda por la recuperación económica a nivel mundial tras la depresión por la pandemia.