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Monterrey, México (06 marzo 2021).- Durante el 2020, el consumo privado sufrió un desplome promedio de 11.1 por ciento, mientras que la inversión fija bruta un descalabro de 18.5 por ciento, de acuerdo con indicadores del último mes del año pasado dados a conocer ayer por el Inegi.

En el caso del consumo -que representa unas dos terceras partes del PIB-, resultó en la caída más profunda desde que existen registros, a partir de 1994.

En su serie histórica, sólo se observaban antes dos caídas -que fueron rebasadas por mucho-, la de la crisis financiera del 2009, de 5.9 por ciento, y la de 1995, de 4.7 por ciento, que siguió al llamado "error de diciembre" de 1994.

Hacia el interior del indicador del consumo privado, el componente de bienes importados se derrumbó 15.3 por ciento en el 2020, mientras que el de servicios nacionales 14.1 por ciento.

El tercer componente, el de bienes importados, registró una baja relativamente mucho menor, de 6.8 por ciento.

Hacia adelante, Grupo Financiero Ve por Más proyectó en un análisis que el consumo seguirá exhibiendo debilidad, ante restricciones comerciales y a la movilidad social.

"Sujeto a que el manejo de la pandemia y el proceso de vacunación permitan una amplia reapertura económica, el consumo vería un regreso más claro en el segundo trimestre del 2021, aunque será parcial, dada la falta de apoyos económicos, pues muchos negocios y puestos de trabajo se habrán perdido definitivamente", expuso.

Aparte, Banco Base coincidió en que al principio del 2021 el escenario para la recuperación del consumo continuó siendo complejo debido a mayores restricciones sanitarias y al deterioro del mercado laboral.

Para todo el 2021 proyectó un efecto rebote en el consumo con una tasa de crecimiento de alrededor de 4.7 por ciento.

Sin embargo, tomando en cuenta los índices del Inegi, con ese avance el consumo no borraría lo perdido en el 2020, ya que apenas se acercaría al dinamismo registrado en el 2016, cinco años atrás.

Por otra parte, la caída de la inversión fija bruta de 18.5 por ciento en el 2020 sólo es superada por su profundidad en la historia documentada por la de 1995, cuando se hundió 35.9 por ciento.

En el 2009 también hubo una fuerte baja de este indicador, de 11.4 por ciento.

En un análisis, Grupo Financiero Monex indicó que la debilidad en la inversión es un reto para el crecimiento potencial de mediano plazo del País, y resaltó que este componente resultó el más afectado de la demanda agregada durante el año pasado.

Con cifras desestacionalizadas y a tasa anual, la inversión ligó en diciembre pasado 23 meses de caídas.

En esta serie, desde su máximo alcanzado en julio del 2018, registró hasta diciembre pasado una caída de 23.5 por ciento.

"Esta tendencia ha resultado en un deterioro significativo de la inversión en nuestro País, pues en los últimos años pasó de tener una participación de más de 15 por ciento en la demanda agregada a una de menos del 13 por ciento", anotó al respecto Monex.

Señaló que la inversión suele ser de los últimos componentes de la demanda agregada en recuperarse, lo que varía en función del tiempo que pase para que los sentimientos de confianza y estabilidad vuelvan a arraigarse en los mercados.