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Anya Taylor-Joy, la dama de la que todos hablan

La actriz, de 24 años, se siente feliz en el set porque es lo que siempre quiso hacer. Foto: Cortesía: Netflix
El mundo está maravillado y habla de Beth Harmon.
miércoles, 2 de diciembre de 2020
Por: Fidel Orantes
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Agencia/Reforma

Cd. de México (02 diciembre 2020).- El mundo está maravillado y habla de Beth Harmon.

Para quien aún no haya escuchado su nombre, se trata de la joven huérfana y adicta a los narcóticos que se convierte en prodigio del ajedrez, personaje central de Gambito de Dama, la serie limitada que, sin mayor estrategia, sorprendió al ser la más vista de Netflix.

De acuerdo con la plataforma, 62 millones de hogares vieron la producción durante sus primeros 28 días, una cifra que para Anya Taylor-Joy, la actriz protagónica, es aún incomprensible, pero suficiente para conmoverla, hacerla sentir agradecida y que, aunque se lo reserve, enmarque el papel más importante hasta el momento en su carrera, que suma seis años.

"Honestamente, he sido muy afortunada. Estuve filmando hasta hace unos días, pero he recibido llamadas de personas que me dicen: 'Todo el mundo habla del show, tu vida cambió'.

"Pero sigo haciendo lo que amo, mi realidad es bastante similar, no sé, pero algo por lo que sí doy gracias es que cuantas más películas hago y más tiempo paso realizando este trabajo, tengo mayor certeza de que lo estoy haciendo por las razones correctas", asegura la actriz, en entrevista por videollamada.

Lo cierto es que entre su atípica belleza y su capacidad histriónica, las miradas también se han posado sobre la nacida en Estados Unidos, de raíces británicas y argentinas, que ha hecho de su carrera un juego casi perfecto desde que debutó en la película La Bruja (2015).

"Cuando estoy en el set es cuando más feliz me siento, creando, no hay otro lugar en el que quisiera estar, y me siento muy afortunada de que tengo la oportunidad de hacerlo porque es lo que siempre había querido", agrega la joven, de 24 años.

Partida ganada

Basada en la novela homónima de Walter Tevis, la serie, creada por Scott Frank y Allan Scott, puso frente a Anya a una joven atormentada, movida por la obsesión, dependiente del alcohol y los tranquilizantes, determinada y dispuesta a conquistar el mundo del ajedrez.

Un personaje que, como admite la ganadora del Trophée Chopard de Cannes, es diametralmente distinto a ella. Sin embargo, guarda con él ciertas semejanzas que hicieron de su creación un proceso orgánico y, por momentos, bastante catártico.

"En el primer momento en que la leí en el libro, apareció. Algo que tuve que aprender mientras filmaba fue separar sus emociones de las mías porque éramos tan cercanas que, si ella tenía un día malo, yo también, y no había razón, porque las cosas conmigo estaban bien.

"Tuve que aceptar que, porque estábamos tan unidas, se lo tenía que permitir y aceptar que fuera un día malo para mí", recuerda la actriz.

Quizás por eso, y aunado a los valores de producción, el show ha obtenido calificaciones excelentes entre los sitios de críticas especializados, como Rotten Tomatoes, destacando las actuaciones, el guión, la dirección y el diseño de vestuario.

Gambito de Dama también ha tenido una respuesta positiva por parte de la comunidad ajedrecística y ha generado un interés de las masas por el tablero de los 64 escaques, con todo y que la propia Anya no es ni de cerca una experta en ello.

"Originalmente me dieron este enorme libro, que tenía todos los movimientos del juego, para el show. Me senté y me los aprendí, pero el primer día llegué y decidieron cambiar las reglas.

Y dije: 'No, no voy a poder hacer esto'. Así que aprendía las jugadas cinco minutos antes de que las hiciera; afortunadamente, mi memoria a corto plazo es bastante buena, y, como bailarina, también soy buena con las coreografías, porque básicamente eso es lo que haces con tus dedos.

"Fue algo que amé, sobre todo, las partidas rápidas fueron regocijantes y gratificantes. Uno de los momentos en que más orgullosa me sentí en el set fue la escena en la que estamos jugando ajedrez rápido en los tres tableros.

Cuando salió la escena por primera vez, me emocioné mucho".

Ambientada en los años 60, la historia de Beth Harmon, protagonista de Gambito de Dama, aborda uno de los temas en boga de las producciones hollywoodenses: el feminismo.

Curiosamente, considera Anya Taylor-Joy, entre su inteligencia y la educación tan peculiar que recibió, para el personaje su género no era un impedimento, lo que a ella, como intérprete, le permitió desarrollar un trabajo sin restricciones y que, de manera indirecta, pone el dedo en un debate de actualidad.

"Ser alguien así, cuando el género era algo que se anteponía a su talento, que la gente se cuestionaba, fue maravilloso porque espero que evolucionemos como sociedad, que con movimientos como #MeToo nos encaminemos hacia un mundo en el cual, sin importar tu género, podamos ser vistos como iguales, como seres humanos que merecemos nuestro espacio en el mundo y que tengas la oportunidad de decidir qué quieres hacer con eso.

"Nunca fue un problema para Beth, ella no tenía ninguna cuestión con haber nacido niña, era un problema de la sociedad. Creo que tenemos mucho trabajo por hacer porque el mundo ha sido sexista desde siempre, así que va a tomar algo de tiempo, pero me da gusto que la gente haga que sus voces sean escuchadas y que presione para que exista esta sociedad igualitaria.

Espero que lo logremos".

Gambito de Dama retrata también las adicciones sin ese aura de "sexo, drogas y rock and roll" que por años Hollywood se ha empeñado en explotar, sostiene la actriz.

En cambio, sin satanizarlas, presenta su crudeza y su necesidad.

"Eso fue muy interesante e importante, que cada vez que vieras a Beth consumiendo, entendieras, como audiencia, que era por diferentes razones. A veces toma porque está sola, porque está celebrando, (vemos) que a veces ingiere las pastillas porque cree que son la esencia de su genialidad, otras veces las toma porque no puede manejar sus emociones y se quiere olvidar... Hay muchas razones.

"Pero la realidad es que una adicción es un proceso muy triste para quien la padece, y muchas veces son más desoladores los momentos silenciosos, no siempre viene en esta gran explosión, al contrario: es una degradación lenta de tu corazón y tu alma.

Espero que hayamos hecho un buen trabajo al representar eso en la pantalla".

Siguiente jugada: Furiosa

Conocida por sus actuaciones en La Bruja, Fragmentado, Peaky Blinders y ahora Gambito de Dama, Taylor-Joy fue elegida para protagonizar el spin-off de la cinta Mad Max: Furia en el Camino.

La actriz encarnará a una joven Furiosa, personaje que fue interpretado en 2015 por Charlize Theron.

"Me siento emocionada porque me atrae esforzarme de esa manera. La primera idea que vino a mi cabeza cuando obtuve el papel fue 'estoy ansiosa por trabajar arduamente, más que cualquier otra ocasión en mi vida'.

Soy consciente de que eso es lo que implica el papel, y quizás estoy loca, pero me gustan esos retos. Borra eso: definitivamente, estoy loca, pero me emociona.

"Y también, tener el privilegio de trabajar con un hombre tan talentoso como George Miller. Es un feminista radical y alguien cuyo cerebro me emociona mucho.

La idea de colaborar me hace ser humilde y me excita", reconoce.

En cuanto a Beth Harmon, su personaje, que está en boca de todos, no sabe si tendrá oportunidad de otra partida o si los siete episodios de la serie limitada fueron las movidas que tuvo para ganar por jaque mate.

"Aprendí a decir 'nunca digas nunca' en este loco mundo, pero Scott Frank, quien creó el show, no pretendía que hubiese una segunda temporada; se suponía que es una serie limitada.

Dicho lo anterior, no tengo idea y adoré el personaje. Así que, pase lo que pase, estaré bien con eso", expresa.

 

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