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Utilizando sólo su mirada, Diego es capaz de seleccionar las letras que necesita para formar las palabras que comuniquen lo que piensa y siente.

El teclado se despliega en la pantalla de su laptop. "Hola", escribe este chico de 13 años que nació con cuadriparesia espástica, un tipo de parálisis con rigidez severa de las extremidades, problemas de equilibrio y complicaciones en el habla.

Como muchos chicos en estos meses de restricciones ante el Covid-19, Diego estudia en casa. Sigue sus clases de segundo de secundaria por televisión y escucha indicaciones de sus profesores a través de Zoom.

Pero sus tareas las realiza con la adaptación en su computadora de un dispositivo Tobii, sensor para el rastreo del movimiento de los ojos.

"Todo lo hace con los ojos. Le lleva tiempo, pero entra a Word, archiva, guarda, abre documentos", explica Keren Armendáriz, su mamá.

Ella, al mismo tiempo que acompaña a Diego en sus clases, atiende sus negocios de la administración de un grupo musical y venta de productos naturales y postres.

Es necesario tener mucha paciencia, resume.

Para niños con discapacidad y sus familias, la escuela en casa ha sido un complejo reto. Si la escuela regular no estaba lista para esta contingencia, tampoco la educación especial.

"Hay que aceptar que para algunos niños con dificultades significativas para el aprendizaje, no se diga con alguna condición o discapacidad, la televisión no es suficiente", afirma Carlos Caleb Fernández, director de Educación Especial, oficina de la Secretaría de Educación del Estado encargada de atender las discapacidades.

Para estas familias, indica el funcionario, el programa nacional por televisión Aprende en Casa II, y el estatal, EscuelaTV, incluyen horarios con consejos para padres o tutores de niños con alguna discapacidad.

"Son un apoyo significativo", comenta Fernández.

Educación Especial atiende, entre otros grupos, a 9 mil estudiantes con discapacidad intelectual.

Además, una condición creciente es el trastorno del espectro autista, una discapacidad social. Al momento se contabilizan unos 5 mil niños, a quienes la pandemia los ha puesto a prueba de manera especial.

"Muchas familias que tienen niños con trastorno del espectro autista se enfrentan a la suspensión de servicios escolares y esenciales que sus hijos están acostumbrados a recibir", comenta Irma Lugo, psicóloga y especialista en educación especial del Centro Formativo Arena.

"Los niños con autismo pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios en su rutina y entorno".

EN BRAILLE

El ciclo escolar pasado estaban registrados 835 estudiantes con baja visión y 79 con ceguera. De acuerdo con Educación Especial, a estos niños les fueron entregadas computadoras parlantes antes de la pandemia.

Actualmente se les distribuyen libros de texto en macrotipo y en Braille, asegura Fernández.

Sin embargo, Jaime, de 8 años, aún no recibe estos materiales. Trabaja con los libros del año pasado.

Para escribir en Braille utiliza una máquina Perkins. Con ella sigue los dictados que su maestra de apoyo realiza al otro lado de la pantalla en sesiones de Zoom.

Lizeth Sánchez, su mamá, quedó desempleada en la pandemia. Su día se divide entre vender productos de belleza y comidas, y acompañar a Jaime en sus clases.

"Siempre se necesita la paciencia de la maestra de apoyo, sin ella, mi hijo no saldría adelante", comenta.

Karina Cázares, maestra de la Unidad de Apoyo a la Educación Regular, USAER 24, y quien apoya la inclusión de Jaime en la Primaria Miguel Alemán Valdés, destaca el esfuerzo de mamás y papás.

"Muchos papás se sienten muy agobiados, tienen el trabajo en casa y uno, dos, tres hijos en diferentes niveles educativos, pero se conectan (a las clases de sus hijos), tarde, pero se conectan".

Uno de los retos durante esta pandemia es ayudar a estos estudiantes a ser independientes.

En la Secundaria Jaime Torres Bodet, la maestra Claudia Navarro, de USAER 29, trabaja a distancia con Diego, el niño con cuadriparesia espástica, y con otros alumnos con diferentes condiciones, como síndrome de Asperger, discapacidad intelectual, motora (como Diego), trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

"(Trabajar) la autonomía en todos ellos es doblemente necesaria", dice la docente.

En muchas de sus familias, los papás salen a trabajar y los chicos se quedan en casa, por lo que mucho del trabajo en esta pandemia está enfocado en ayudarles a lograr tareas como conectarse a clases de Zoom o enviar ejercicios por WhatsApp.

Tareas cotidianas para muchos, pero que en estos estudiantes se requiere de un trabajo constante.

El confinamiento ha puesto a prueba también a estas familias, pero también ha sacado a flote las fortalezas que ellas tienen para seguir en el trabajo por su inclusión.

ACCIONES QUE AYUDAN

Consejos para ayudar en casa a niño con alguna discapacidad.

- Continuar con su atención médica y terapéutica en la medida de sus posibilidades.

- Promover actividades de autosuficiencia y responsabilidades personales y en casa, considerando sus habilidades y lo que ya logra hacer por sí mismo.

- Tener un espacio en casa para ayudarlo a estar en calma y autorregularse en momentos de crisis. Incorpora libros, plastilina, botella de calma, entre otras actividades sensoriales.

- Promover su movilidad y el ejercicio físico conforme a su espacio, habilidades y necesidades.

- Estimular su lenguaje oral a través del juego. En caso de ser necesario, con lenguaje de señas, tableros de comunicación o un sistema de intercambio de tarjetas.

- Cuidar su postura. Tener un lugar donde se encuentre cómodo favorece su concentración.

- Motivarlo constantemente reconociendo sus logros.

- Dale instrucciones claras y cortas. De ser necesario, muéstrale el paso a paso de las actividades.