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'Esto es gigante': celebran victoria de Biden

Afuera de la Casa Blanca, los partidarios de Biden celebraban su victoria y la salida de Trump del poder. Foto: EFE
- A las puertas de la Casa Blanca, miles celebraron la derrota de Trump, según la proyección de los resultados electorales
domingo, 8 de noviembre de 2020
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WASHINGTON

/REFORMA

Atrapadas entre cientos de personas a sólo metros del muro de metal que protege la Casa Blanca, un grupo de universitarias festejaba el fin de una campaña presidencial que para buena parte de los estadounidenses sabía más bien como el fin de una era.

A sólo 45 minutos de distancia del festejo improvisado frente a su residencia, el Presidente Donald Trump jugaba golf en un hotel de su propiedad en el Estado de Virginia como augurando buscar evitar los gritos que según miembros de la prensa se escuchaban al interior de su residencia.

"¡Siento como si acabara de terminar la guerra!", dijo Carol, una estudiante de derecho de la Universidad de George Washington quien llegó al centro de Washington armada de un cubrebocas y una botella de vino espumoso que compartía con otras tres compañeras en medio del griterío.

En una perfecta mañana de otoño, los grandes medios noticiosos estadounidenses ya habían proyectado que Trump había perdido en su intento por ser reelecto para un segundo periodo presidencial en una campaña marcada por una pandemia, una crisis económica y fuertes tensiones raciales.

Encumbrado para intentar parar el avance del nacionalismo populista de Trump entre la clase trabajadora en los estados del llamado Cinturón del Óxido, el experimentado político Joe Biden logró, luego de una cruenta batalla electoral, detener al trumpismo en su natal Pensilvania.

"Estados Unidos nos está haciendo el llamado para organizar las fuerzas de la decencia, las fuerzas de la justicia, las fuerzas de la ciencia y las fuerzas de la esperanza para enfrentar las grandes batallas de nuestro tiempo", dijo Biden intentando resumir el mandato que tiene enfrente.

Hijo mayor de una familia venida a menos en el centro industrial de Scranton en Pensilvania, Biden marcará historia al ser el hombre de mayor edad en convertirse en Presidente de EU y apenas el segundo católico en dicho puesto, sólo por detrás de otro demócrata: John F. Kennedy.

Pero en las calles desde Boston hasta Los Ángeles, el festejo incluía una buena dosis de alivio por terminar lo que los partidarios de Biden consideran una era de alto octanaje caracterizada por la polarización impulsada por Trump desde su aparición en la escena pública en 2015.

"La primera cosa que tiene que hacer es unir a la gente", dijo Eduardo Alcázar, un ingeniero de 25 años al llegar al festejo fuera de la Casa Blanca.

"Estamos bien divididos ahora y el Presidente Trump está empujando esa división; entonces, Biden definitivamente tiene que unirnos".

Pero aún rehusándose a reconocer que no alcanzará los 270 votos en el Colegio Electoral para repetir en el cargo, el magnate neoyorquino de los bienes raíces debió enfrentar ayer un traslado por tierra a la capital del país tras su partida de golf donde escuchó abucheos por las calles.

"Es el momento de Joe", tituló para su portada del domingo el New York Post, el tabloide más famoso del país destacando el logro del demócrata de recuperar los estados del Cinturón del Óxido -Pensilvania, Wisconsin y Michigan- que habían virado hacia el campo republicano.

Por la noche, en la aparición pública que tuvo en un estacionamiento en la ciudad de Wilmington, Biden fue breve en un discurso que subrayaba la unidad, pero no perdió tiempo en los símbolos incluyendo el uso de música de Bruce Springsteen, el ícono del rock estadounidense cercano a la clase trabajadora.

Con las plazas hirviendo en fiesta, Biden sin embargo pidió a los estadounidenses no olvidar que el país pasa por un repunte drástico de la pandemia de nuevo coronavirus con más de 120 mil casos reportados en un sólo día y más de mil muertes en una sola jornada, y que el repunte de economía pasa por atacarla.

No obstante, la pandemia pareció no existir para las miles de personas que salieron a festejar a las calles portando carteles con la leyenda "'¡Estás despedido Trump!", la mayoría con cubrebocas pero algunos sin portarla.

"Esto es gigante, lo que todo mundo busca es justicia. Mucha gente trabajó para lo que tenemos aquí", dijo Christina Morales, empleada de servicio al cliente, quien acompañada por su hija menor de edad acudió al centro de Washington para participar en un festejo y dar vuelta a la página.

Pero a pesar de que personalidades cercanas al trumpismo como Rich Lowry, el editor de la revista conservadora National Review, sugirieran que el Presidente debía tomar un paso hacia adelante y aceptar la realidad adversa, no existían señales de que este colaboraría con Biden.

"Nuestra campaña iniciará los procesos de nuestros argumentos en las cortes para asegurar que las leyes electorales han sido respetadas y que el correcto ganador sea nombrado", dijo Trump en un comunicado muy al estilo de su vida como magnate acostumbrado a demandar legalmente.

Mientras tanto, los simpatizantes de Trump siguen protestando en ciudades como Phoenix o Detroit por supuestas irregularidades que observadores independientes -incluyendo la Organización de Estados Americanos- han asegurado que no son generalizadas.

'Esto es gigante': celebran victoria de Biden

- A las puertas de la Casa Blanca, miles celebraron la derrota de Trump, según la proyección de los resultados electorales

FOTO CELEBRAN

Afuera de la Casa Blanca, los partidarios de Biden celebraban su victoria y la salida de Trump del poder. Foto: EFE

WASHINGTON

/REFORMA

Atrapadas entre cientos de personas a sólo metros del muro de metal que protege la Casa Blanca, un grupo de universitarias festejaba el fin de una campaña presidencial que para buena parte de los estadounidenses sabía más bien como el fin de una era.

A sólo 45 minutos de distancia del festejo improvisado frente a su residencia, el Presidente Donald Trump jugaba golf en un hotel de su propiedad en el Estado de Virginia como augurando buscar evitar los gritos que según miembros de la prensa se escuchaban al interior de su residencia.

"¡Siento como si acabara de terminar la guerra!", dijo Carol, una estudiante de derecho de la Universidad de George Washington quien llegó al centro de Washington armada de un cubrebocas y una botella de vino espumoso que compartía con otras tres compañeras en medio del griterío.

En una perfecta mañana de otoño, los grandes medios noticiosos estadounidenses ya habían proyectado que Trump había perdido en su intento por ser reelecto para un segundo periodo presidencial en una campaña marcada por una pandemia, una crisis económica y fuertes tensiones raciales.

Encumbrado para intentar parar el avance del nacionalismo populista de Trump entre la clase trabajadora en los estados del llamado Cinturón del Óxido, el experimentado político Joe Biden logró, luego de una cruenta batalla electoral, detener al trumpismo en su natal Pensilvania.

"Estados Unidos nos está haciendo el llamado para organizar las fuerzas de la decencia, las fuerzas de la justicia, las fuerzas de la ciencia y las fuerzas de la esperanza para enfrentar las grandes batallas de nuestro tiempo", dijo Biden intentando resumir el mandato que tiene enfrente.

Hijo mayor de una familia venida a menos en el centro industrial de Scranton en Pensilvania, Biden marcará historia al ser el hombre de mayor edad en convertirse en Presidente de EU y apenas el segundo católico en dicho puesto, sólo por detrás de otro demócrata: John F. Kennedy.

Pero en las calles desde Boston hasta Los Ángeles, el festejo incluía una buena dosis de alivio por terminar lo que los partidarios de Biden consideran una era de alto octanaje caracterizada por la polarización impulsada por Trump desde su aparición en la escena pública en 2015.

"La primera cosa que tiene que hacer es unir a la gente", dijo Eduardo Alcázar, un ingeniero de 25 años al llegar al festejo fuera de la Casa Blanca.

"Estamos bien divididos ahora y el Presidente Trump está empujando esa división; entonces, Biden definitivamente tiene que unirnos".

Pero aún rehusándose a reconocer que no alcanzará los 270 votos en el Colegio Electoral para repetir en el cargo, el magnate neoyorquino de los bienes raíces debió enfrentar ayer un traslado por tierra a la capital del país tras su partida de golf donde escuchó abucheos por las calles.

"Es el momento de Joe", tituló para su portada del domingo el New York Post, el tabloide más famoso del país destacando el logro del demócrata de recuperar los estados del Cinturón del Óxido -Pensilvania, Wisconsin y Michigan- que habían virado hacia el campo republicano.

Por la noche, en la aparición pública que tuvo en un estacionamiento en la ciudad de Wilmington, Biden fue breve en un discurso que subrayaba la unidad, pero no perdió tiempo en los símbolos incluyendo el uso de música de Bruce Springsteen, el ícono del rock estadounidense cercano a la clase trabajadora.

Con las plazas hirviendo en fiesta, Biden sin embargo pidió a los estadounidenses no olvidar que el país pasa por un repunte drástico de la pandemia de nuevo coronavirus con más de 120 mil casos reportados en un sólo día y más de mil muertes en una sola jornada, y que el repunte de economía pasa por atacarla.

No obstante, la pandemia pareció no existir para las miles de personas que salieron a festejar a las calles portando carteles con la leyenda "'¡Estás despedido Trump!", la mayoría con cubrebocas pero algunos sin portarla.

"Esto es gigante, lo que todo mundo busca es justicia. Mucha gente trabajó para lo que tenemos aquí", dijo Christina Morales, empleada de servicio al cliente, quien acompañada por su hija menor de edad acudió al centro de Washington para participar en un festejo y dar vuelta a la página.

Pero a pesar de que personalidades cercanas al trumpismo como Rich Lowry, el editor de la revista conservadora National Review, sugirieran que el Presidente debía tomar un paso hacia adelante y aceptar la realidad adversa, no existían señales de que este colaboraría con Biden.

"Nuestra campaña iniciará los procesos de nuestros argumentos en las cortes para asegurar que las leyes electorales han sido respetadas y que el correcto ganador sea nombrado", dijo Trump en un comunicado muy al estilo de su vida como magnate acostumbrado a demandar legalmente.

Mientras tanto, los simpatizantes de Trump siguen protestando en ciudades como Phoenix o Detroit por supuestas irregularidades que observadores independientes -incluyendo la Organización de Estados Americanos- han asegurado que no son generalizadas.

 

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