Matthew Rhys interpreta al icónico abogado, en la miniserie de HBO. Foto: HB

"Yo no conecto con los superhéroes, y creo que la gente tampoco. La empatía te la genera alguien con fallas, oscuro, alguien humano. Por eso Perry Mason ha prevalecido tantos años".

Matthew Rhys, actor

Cd. de México (16 junio 2020).- El hambre de justicia y la constante búsqueda de la verdad son dos características que identifican a Perry Mason, el icónico personaje literario creado por Erle Stanley Gardner.

Las aventuras de este abogado defensor y detective privado, narradas a lo largo de 82 novelas y cuatro cuentos cortos, han vendido poco más de 300 millones de libros en todo el mundo.

Su éxito en las letras se replicó en televisión, con una serie homónima que se extendió por 271 episodios (1957-1966), 30 películas, una radionovela que duró casi 15 años, algunos cómics y, a partir de este domingo, una versión mucho más arriesgada y moderna, por HBO.

"Retomar un personaje tan icónico siempre es complicado, pero en nuestra miniserie la gran idea fue querer reimaginar quién es realmente Perry Mason.

Es un personaje lleno de errores, de oscuridad, y todo eso lo hace más humano y, a la vez, que sea más empático para el público.

"Lo que queríamos era plasmar una historia de origen, cómo Perry llegó a convertirse en ese abogado defensor tan famoso. No conocíamos su pasado, y en nuestra versión mostramos que, para llegar a ese punto, primero enfrenta muchos conflictos", relata Matthew Rhys (The Americans) en entrevista exclusiva.

Perry Mason, dirigida por Tim Van Patten y producida por Robert Downey Jr. y su esposa Susan, es una aventura noir ubicada a inicios de los años 30, en la época de la Gran Depresión.

Presenta al héroe antes de que se convirtiera en abogado y justo en medio de un escándalo relacionado con un bebé asesinado.

"Decidimos no clavarnos en la serie de televisión original, si no en las novelas, y al mismo tiempo lidiar con cosas más realistas, como el sexo, la violencia callejera, el racismo y la corrupción.

Esta serie es muy distinta a lo que se ha visto antes", advierte Rolin Jones, cocreador del show.

El resultado es un show repleto de misterio, violencia gráfica y desnudez, en el que el homicidio que investiga Mason lo coloca frente a personajes clásicos de las novelas, como Paul Drake (Chris Chalk) y Della Street (Juliet Rylance), y nuevos, como su jefe "E.B" Jonathan (John Lithgow).

"Es una serie sobre corrupción, ubicada en una ciudad en constante estrés y que siempre se está reinventando, con prostitutas en las esquinas, problemas de homosexualidad y brutalidad policiaca Lo que menos esperarías del remake de una serie de los 50", reconoce Lithgow.

En medio de todo este entramado, la Hermana Alice (Tatiana Maslany), una misteriosa religiosa extremista, llevará a otro nivel de tensión la vida de Mason, quien deberá descubrir su motivación en la vida.

"Alice es un personaje completamente nuevo y fresco, y a la vez se siente muy contemporáneo. Es compleja y atractiva, aunque siempre vive en un área muy gris", explica Maslany (Orphan Black).

"Está inspirada en una persona real, la hermana Aimee McPherson, una celebridad evangelista muy famosa en esa época. Para crearla me inspiré mucho en mujeres que admiro, en artistas como Karen O, de Yeah Yeah Yeahs, ese tipo de rockstars eléctricas y carismáticas".