Por: Luis Alberto Triana F.
Se trata de víctimas potenciales de contraer y contagiar a sus propias familias, a seres queridos, a compañeros de trabajo y a todo aquel que lo rodea, quienes podrían resultar afectados por el poderoso virus que afecta al sistema respiratorio y que -como ha quedado más que demostrado- llega al grado de causar la muerte en mujeres y hombres de cualquier edad, pero con mayor probabilidades en personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, afecciones del corazón, VIH, también conocidas comorbilidades, adultos mayores e infantes.
Ayer, en forma paralela a la reactivación de actividades no esenciales que se rige por criterios de gradualidad, progresividad y por fases, también se generó un intenso movimiento de ciudadanos en áreas comerciales de la Zona Centro como la propia Peatonal Hidalgo.
En no pocos casos, los ciudadanos iban y venían sin cubrebocas, otros lo traían colgando del cuello, pero sobre todo no se respetaba la sana distancia.
También hubo casos en que parejas sin cubrebocas caminaban tomados de la mano.
En los acceso a tiendas, estéticas, restaurantes, cafeterías, peluquerías y otros comercios mostraban letreros en los que se leían las recomendaciones sanitarias ante la pandemia, donde se solicitaba el uso del cubrebocas y utilizar el gel antibacterial, entre otras medidas, además de limitar el cupo en el interior para acatar el protocolo de sana distancia.
El acceso al kiosco de la Plaza Principal fue delimitado con cintillas para prohibir el acceso y evitar así que se convirtiera en un punto de reunión con el riesgo exponencial de contagios.