Las tiendas de Microsoft, Nintendo, Michael Kors, Kate Spade y Barnes and Noble son algunos de los locales que han sido saqueados. Foto: EFE

AGENCIA / EFE

Las protestas para exigir justicia por la muerte de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis no se han detenido en Nueva York, así como en otras latitudes de Estados Unidos.

A las 21:00 hora local, la tienda de Microsoft en la Quinta Avenida fue saqueada por jóvenes manifestantes que arrancaron los tablones de madrea que fueron colocados en las puertas de la tienda.

Incuso cuando -a dos manzanas de la tienda- habían desplegados elementos de seguridad, los saqueadores ingresaron a los establecimientos.

Sin embargo, los oficiales detuvieron a tres de los asaltantes que entraron para llevarse productos electrónicos.

Otras tiendas de la zona, como Nintendo -ubicada en las inmediaciones del Rockefeller Center- Michael Kors, Kate Spade y Barnes and Noble también fueron saqueadas.

Conjuntamente, se registraron enfrentamientos entre integrantes de las movilizaciones y la Policía Metropolitana entre las calles 48° y 51°.

A lo largo de las recientes jornadas de protestas, más de 700 personas han sido arrestadas y decenas de policías han resultado heridos en zonas como Soho y Brooklyn.

Debido a esta situación, el Gobernador del estado, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, decretaron este lunes toque de queda a partir de las 23:00 hora local.

Además, se ordenó la activación de 8 mil elementos de seguridad.

EN WASHINGTON

Los manifestantes que han protestado por la muerte de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis a lo largo de la jornada en Washington DC continúan en las calles y no han respetado el toque de queda que comenzó a las 19:00 hora local.

Muriel Bowser, Alcaldesa de la ciudad, informó que las medidas de reclusión aplicarán en la capital de Estados Unidos, donde se han registrado movilizaciones durante todo el fin de semana, este lunes y mañana.

En las afueras de la Casa Blanca se han levantado bloqueos perimetrales para detener el avance de los protestantes, que en la tarde fueron dispersados con gas lacrimógeno.