En la Oponión
Pbro. Miqueas Cantú Mtz
El proverbio de hoy nos da una clave importante para no caer en pobreza y aún en medio de este caos experimentar solvencia en todos los aspectos.
La diligencia es el trabajo que demanda prontitud, prioridad y es el pequeño paso que nos permite llegar a la meta.
El estar en casa nos es un permiso para vivir en ociosidad, vienen días un tanto difíciles pero la mano del diligente saldrá adelante.
Hay un cuento infantil que ilustra la necesidad de ser diligentes, el personaje principal es de un pájaro negligente que le gustaba mucho dormir, mientras los demás miembros de la singular familia se preparaban para emprender un largo viaje para evitar el invierno.
Cuando llegó el día del viaje, este pajarito prefirió dormir, cuando despertó se dio cuenta de su grave error y reflexionó: por mi pereza me quedé y vendrá el invierno sobre mi.
Ahora por diligencia me salvará, y comenzó a trabajar y a buscar comida y ramas que le ayudarán a pasar sólo este cruento clima.
Al final del invierno el pajarito había aprendido la lección. Es mejor la mano del diligente que la mano de ocioso.
Hay que derribar los argumentos que nos impidan ser diligentes, es tiempo y es necesario para que la pobreza no llegue a nuestra casa.