En la Oponión
Pbro. Miqueas Cantú Mtz
Hay dos cosas que podemos hacer, llorar y lamentarnos, abrir la puerta a la queja o aprovechar la oportunidad que nos da la vida, invirtiendo nuestro tiempo en cosas que van a edificar un hogar.
Es una realidad que estamos más tiempo con el cónyuge y los hijos, eso para muchos es una bendición pero otros lo ven como una carga muy pesada.
Sin lugar a dudas es una gran oportunidad a favor de la familia.
El texto bíblico nos exhorta a cuidar nuestro tiempo, en temporada de cuarentena esto es vital para que la ansiedad, el temor, la apatía y la agresividad no hagan mella en las relaciones familiares.
Por eso es necesario cuidar nuestro tiempo de los ladrones como el exceso en redes sociales o televisión, pláticas nocivas o demasiadas actividades de ocio.
R. Tagore contaba la siguiente historia: Cruzando el desierto, un viajero vio a un árabe sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados con objetos de gran valor.
Aproximándose, el viajero inquirió:
-Parecéis muy preocupado, ¿puedo ayudarte en algo?
-¡Ay!, respondió el árabe, estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de todas las joyas.
-¿Qué joya era esa? Preguntó el viajero.
- Era una joya como no volverá hacerse otra, respondió el árabe y agregó, estaba tallada en un pedazo de piedra de la vida y había sido hecha en el taller del tiempo.
La adornaban 24 diamantes y alrededor de los cuales se agrupaban 60 más pequeños.
El viajero respondió sorprendido, vuestra joya era preciosa pero ¿no crees que con mucho dinero puede hacerse otra vez?
-La joya perdida era un día y un día que se pierde no vuelve a encontrarse jamás, aplicó el árabe.
Que en estos días de estar en casa no pierda tiempo que es valioso.
Ziggy Ziglar, el maestro de la narrativa escribe: el problema es la falta de dirección, no la falta de tiempo.
Encuentre sentido de propósito y dirección en Dios, que tiene un destino para su familia. Vale la pena buscar a Dios y vale la pena invertir tiempo en familia.
Ánimo, que Dios sigue en control de todas las cosas.