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Cambia paradigmas

A pesar de haber escuchado alguna vez en su familia "este mundo es para flacas", Nathaly Marcus decidió darle un giro a su profesión como nutrióloga
jueves, 12 de marzo de 2020
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Agencia/Reforma
A pesar de haber escuchado alguna vez en su familia "este mundo es para flacas", Nathaly Marcus decidió darle un giro a su profesión como nutrióloga: dejar de recetar dietas para adelgazar y enfocarse en la medicina funcional.
De hecho, gracias a este sistema, sus hijas hoy gozan de un estado de salud óptimo.

Ello, pese a que nacieron prematuras, de un kilogramo y estuvieron tres meses en terapia intensiva, con apnea. Una tenía contractura muscular y la otra, estrabismo y rigidez.
"Llegué a esta rama de la medicina por mis gemelas; una de ellas no podía levantar el cuello.

A los 11 meses, estaba desesperada porque salí de haber estudiado cinco años y no sabía ni qué vitamina darle para que no convulsionara", cuenta la licenciada en nutrición.


"Una amiga que tiene un hijo autista me recomendó a una osteópata de San Diego, quien hacía un estudio de la sangre. La doctora me dijo qué probióticos y vitaminas les faltaban, nos mandó ejercicios de neurodesarrollo y a las tres semanas ambas ya estaban bien".


La pionera en nutrición funcional en México y autora de "Secretos para Mantenerse Sano y Delgado" apuesta por reparar el intestino, ayudar a las personas a desinflamar su cuerpo y brinda una atención integral, cambiando mente y cuerpo.


Además, tras 23 años de experiencia, detectó otra área de oportunidad: capacitar a profesionales de la salud y público en general sobre suplementación, alimentación intuitiva y microbiota.

Así nació el Instituto de Salud Funcional, que ya va en la segunda generación.
El principal objetivo de su academia es enseñar a la gente a llegar a la raíz del problema para prevenir y predecir enfermedades, tomando en cuenta lo que ella llama el "Método de las 4 P": personalizado, participativo, predictivo y preventivo.


A través de videos con diferentes ponentes del mundo, los alumnos comprenden la relación que hay entre las emociones y la salud, aprenden a identificar deficiencias de micronutrientes, así como metales pesados en el cuerpo; e identifican los diferentes tipos de dietas.
La fundadora de Bienesta explica que somos seres psicobiológicos: cada emoción se roba un mineral y afecta la inmunología.


"¿Qué pasa cuando alguien vive un secuestro? Va al psiquiatra y le dan un antidepresivo, pero nadie revisa su reserva de vitaminas y minerales, por eso a los dos meses empieza con estreñimiento o insomnio, porque no recuperó el magnesio que perdió", expresa.
Ella ofrece programas basados en la epigenética, según el cual, tu estilo de vida afecta tus genes.
En su oferta hay master classes de temas como tanatología, nutrición infantil y geriatría, que se actualizan mensualmente; un diplomado y una certificación para ser coach en salud funcional; uno más para médicos y nutriólogos, y una certificación en microbiota y salud intestinal.


"Todo es en línea, pero tienes un tutor que te acompaña en todo momento, además de webinars conmigo para aclarar dudas. Contamos con tres avales y estándares de calidad propios, que es algo difícil de crear y sacar", platica.
Tres claves
La fundadora del Instituto de Salud Funcional enlista tres errores comunes:
1.

Comer muy rápido. El no masticar genera una carga en el intestino e inflamación.
2. Alimentarse sin hambre. Hay que aprender a diferenciarla de la ansiedad.


3. Somos todo o nada. No hay cultura de prevención y se debe cambiar eso.

 

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