En espera de ser llamados por Estados Unidos para el trámite de asilo

Titánica labor de Senda de Vida, Albergue Guadalupano, DIF Estatal e Instituto Tamaulipeco para la Atencion de Migrantes

Reynosa, Tamaulipas.- A más de un año de haber iniciado los primeros traslados de caravanas de migrantes hacia la frontera entre México y Estados Unidos, los albergues que se habilitaron para hospedarlos en la ciudad de Reynosa siguen saturados, y ante la posible llegada de nuevas caravanas, los directivos de estos centros han externado su preocupación pues no cuentan ni con espacio ni con insumos suficientes para hacer frente a una nueva oleada migrante.

Así lo señaló el Director del Albergue Senda de Vida, Héctor Silva de Luna, quien dijo que ya empiezan a escasear alimentos y algunos otros artículos pese a que la sociedad se ha mantenido por más de un año con donaciones constantes.

“Para nosotros el número es un poco alto, ya estamos subiendo los 400, tenemos varios que están esperando su número para poder ingresar a los Estados Unidos, y que podemos decir, también en el pensamiento de caravanas que se están acercando, para nosotros es un poco más pesadito, pero ahí estamos, trabajando, caminando agarrados de la mano de Dios porque las cosas están escaseando en la casa”.

Sobre todo, han empezado a escasear los alimentos perecederos como el huevo, la leche, frutas y verduras, esenciales para la alimentación y adecuado crecimiento de niños y jóvenes que permanecen refugiados en este lugar.

A mediados del 2019, Senda de Vida llegó a albergar hasta a 800 migrantes y su director se vio en la necesidad de rechazar a muchos viajeros ante la incapacidad de habilitar más casas de campaña en las que en su momento las familias tuvieron que sortear las inclemencias del extremoso verano.

Hoy en día, cuenta con una población de aproximadamente 400 personas, entre ellos 100 niños que requieren del regreso de las actividades educativas que el año pasado implementó el DIF Tamaulipas para ayudarlos a continuar con sus estudios.

Cuando iniciaron las caravanas la mayoría de los migrantes que se veían en la frontera norte del país eran de origen hondureño, salvadoreño y guatemalteco, con el paso de los meses fueron arribando los cubanos y venezolanos, y ya para el cierre del año, fueron llegando nativos de países africanos, rusos, e inclusive paisanos de Estados del centro y sur de la República Mexicana que empezaron a huir de la violencia que generan los grupos criminales en su guerra por el control del territorio de tierra caliente.

“Ahorita estamos tratando más con niños que son de África, del Congo, vienen de Camerún, de Ghana, la semana pasada tuvimos familias que vienen de Rusia, la numeración está subiendo también por las familias mexicanas que vienen huyendo porque los despojan de sus tierras, ahorita contamos como con 160 familias mexicanas”.

Con el paso de los meses y el avance en los trámites de asilo político, los migrantes fueron distribuyéndose a lo largo de la frontera mexicana conforme a los sitios donde les fueron asignadas sus citas con la Corte Americana; a quienes les tocó permanecer en Reynosa optaron por buscar actividades productivas o emplearse en oficios y comercios para poder sostenerse mientras resuelven su situación, eso permitió a los albergues desahogar un poco su saturación.

Dentro del albergue está el ejemplo de la niña hondureña Michelle, quien se hace cargo de un pequeño puesto de golosinas que su madre instaló dentro del albergue con los pocos recursos que traía consigo, con ello logran mantenerse y aminorar la carga para sus anfitriones.

Así como el caso del cubano Luis Manuel que se asoció con uno de sus compatriotas y una mexicana para establecer un negocio de pizzas estilo cubano que está prosperando ante la curiosidad de los mexicanos.

Al pendiente también están el Instituto de Atención para el Migrante y la Casa del Migrante Nuestra Señora de Guadalupe, y aunque su función es atender a los mexicanos deportados, a lo largo del 2019 extendieron su mano para ayudar a Senda de Vida con más espacios, alimentos, medicinas, entre otros servicios.

La mejor opción para los migrantes que vienen en camino será colocarse en el ambiente productivo para poder solventar hospedaje y alimentación de forma particular pues el proceso para lograr el asilo político está tomando muchos meses y muy pocas solicitudes están siendo aprobadas.