Por: Tania Castillo
Saldaña destacó que en contraste a lo que se vive en los centros de detención norteamericanos, en los albergues que visitó en Reynosa, Harlingen, Edinburg y McAllen, notó que albergues, que en su mayoría están atendidos por religiosos, ofrecen una atención cálida y digna a los viajeros.
“Venimos a ver con nuestros propios ojos que está pasando de este lado por la política federal de nuestro gobierno… estamos viendo que la gente está recibiendo buen servicio por las iglesias, los albergues son apoyados por las iglesias, vemos que tienen casos fuertes y están esperando”.
Así mismo detectó que la principal problemática es el largo proceso que deben enfrentar ante la Corte antes de saber si se aprueba o no su asilo político, lo que los mantiene desesperados ya que algunos no pueden trabajar legalmente en México y otros tantos sufren persecución política de sus países de origen por lo que temen ser encontrados antes de acceder a la protección.
Una vez que retomen las sesiones en el Senado y en el Congreso, dijo que presentarán los testimonios recabados en esta jornada para poder proponer iniciativas que puedan mejorar la ley migratoria, solicitarán también que las corporaciones policiales no se involucren en acciones de migración y buscarán cerrar un centro de detención que funciona de forma particular y comete muchas violaciones a los derechos humanos.